Muy rápido, ya que me llamó mucho la atención lo que escribió ReynoDeGranada y Nuevo Mundo. España lo que tiene que hacer es ni reconocer Palestina ni Israel, y no mantener ninguna conexión diplomática con ambos países. No es un caso que nos concierne en absoluto, sino de un tema del R.U., sus judios (si es que se les pueden llamar así, porque judio judio para un Estado judio hoy tiene menos sentido técnicamente desde un punto de vista histórico y político, que un español para un Estado español.) y toda golfería que lo acompañaron. Que yo sepa, el proceso de la creación del Estado de Israel fue ilegal, y las fronteras palestinas son artificiales, ya que fueron creadas por R.U. Se podía decir lo mismo con Siria, con Irak y cualquiera de éstos, pero con la ONU en frente de la situación, de momento no hay forma de remediarlo. Y si Reyno, no es que lo merezcamos, pero que es lo que nos han dado a cambio.
Y Nuevo Mundo, permitame decirle, que es entendible su preocupación, pero hay que cuidarse un poco. Kontrapoder ha publicado cosas de Rusia bastante reveladoras. Para uno que empieza a darse cuenta de la situación actual y escucha el otro lado del argumento, eso es, mirar hacia Rusia, nos abre un poco los ojos de la narrativa, digámoslo, EU-OTAN-EEUU. Pero no todo es verdad lo que se dice de Rusia. Efectivamente, como podemos ver en el caso de Siría y Libia, Rusia tiene toda la razón en lo que ha ocurrido, fue un verdadero crimen, pero eso no quiere decir que nos va a salvar el pellejo, solo porque está acercando el Cristianismo ortodoxo al pueblo ruso, entre muchas otras cosas que la nueva derecha pseudo profética resalta hoy sobre Rusia (creo que queda claro que Rusia empuja estas cosas para sacar provecho de los demás), pero el caso es que lo hace con todas las religiones de la federación, desde la musulmana hasta las religiones que tengan los pueblos túrquicos en oriente.
Si se alarma de los judíos, sionistas, globalistas... no se preocupe de momento. Hay demasiado para unos pocos, y dudo mucho que lo vayan a conseguir. Van a fallar, y está escrito.
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