Vista Alegre vs La Comedia... Abascal vs José Antonio

latribunadeespana@latribunadeespana.com (Josele Sánchez)
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07 Octubre 2018






Ayer se producía en la Plaza de Toros de Vista Alegre la gran puesta de largo de VOX, es engendro

Ayer se producía en la Plaza de Toros de Vista Alegre la gran puesta de largo de VOX, es engendro ultraderechista, es decir, ultraliberal que encarna un Santiago Abascal que jamás ha pegado palo al agua y que, como el resto de políticos parásistos del sistema, desde los 18 años vive de los grandes emolumentos conseguidos por pertenecer a un partido político.


Las gradas, medio llenas, ovacionaban emocionadas las palabras demagogas de los intervinientes. ¡Qué fácil resulta hablar de la patria cuando se cobran 6.000 euros limpios al mes!; qué lustroso suena apelar a la unidad de España cuando te importa un carajo que más del 60 % de la población española viva con salarios de miseria.
El 29 de octubre de 1.933 se producía, también, la primera aparición en escena de un político precoz que con sólo 29 años, y teniéndolo todo, lo abandonaba para entregarse al servicio de su patria: José Antonio Primo de Rivera.
Al margen de que comparar intelectualmente a José Antonio Primo de Rivera con Santiago Abascal viene a ser como comparar al mismísimo Dios con un yihadista musulmán, nada que ver entre los ambientes rspirados en un acto y otro.
Ayer miles de buenos españoles acudían a la llamada de quien se ha hecho pasar por el regenerador de la patria, de quien se “ha vendido” como el mesías de la unidad nacional y de la lucha contra la corrupción; él y su partido, VOX, nacido de la propia corrupción, amamantado en las tetas de la nada corrupta Esperanza Aguirre y el más casposo Partido Popular y financiado por el Estado de Israel –como demostraremos en La Tribuna de España-. Y es que no resulta nada complicado, tal y como están los tiempos, que los falsos mesías embriaguen con sus falsos aromas al buen pueblo español que anhela patria, pan y justicia, lo mismo que anhelaba hace 85 años en ese primer acto político de José Antonio Primo de Rivera en el Teatro de La Comedia.
Abascal ya lo tenía todo; su padre –imputado en el caso Gürtel- y que reconoció haber cobrado dinerito en negro, de esos que entregaba en sobres el PP- ya metió de adolescente al chico en este buen negocio de vivir de la política. Por el contrario, José Antonio, hijo del que había sido dictador en España, renunció a su Marquesado de Estella y a su clase social de señorito porque entendió España de abajo hacia arriba, porque de verdad anheló una España ancha y justa para todos.*
Ayer en Vista Alegre escuchamos todos los viejos tópicos, los catalanes son malos, los socialistas peores, la solución está en la Constitución y hasta emocionados ¡Viva El Rey!. Por su parte, el primer acto político de José Antonio en el Teatro de la Comedia supuso la mayor crítica hacia la institución monárquica que –como hoy- se había aprovechado de los españoles, rompía moldes ideológicos, hacía una crítica feroz al liberalismo, entendía el nacimiento del marxismo y proponía superar todas las diferencias de partidos políticos y de clases sociales creando una nueva España –no un marco constitucional- una España del trabajo y del deber, una España del pan y de la justicia, una España grande sobre todo para aquellos que nada tenían (y que nada siguen teniendo).
España está al límite de su destrucción moral, económica, política y territorial y esto no lo van a solucionar los viejos políticos de siempre por mucho que se presenten con nuevas formas. España precisa de una revolución de arriba hasta abajo, desde la propia inútil, ladrona y putera jefatura del estado hasta la última concejalía del pueblo más pequeño. España necesita cambiar su modelo productivo, replantearse su modelo económico, establecer otro sistema más justo de repartición de la plusvalía, recuperar su soberanía política y económica ¿Va a traer esto VOX?
Por favor, no nos tomen el pelo.
Queremos patria, queremos pan y queremos justicia y jamás la derecha (ni la ultraderecha) tuvo la menor noción de estos términos.
Nosotros sabemos –yo sé- que antes o después en España llegará el momento de la verdad, el de decidir entre seguir juntos o suicidarnos, el de apostar por mantener a toda esta corte de vividores de la política (los de VOX incluidos) o parir un nuevo sistema político donde el objetivo sea, simplemente, que los hombres sean más felices en una sociedad más justa, algo tan utópico como lo que pregonaba Jesucristo.
Abascal habla de votos: José Antonio hablaba de poesía. Ocurre que cuando el dedo del sabio señala la luna, el idiota mira el dedo…
Desde luego, mal lo tiene España si han de ser estos corruptos de VOX (que han perdido el sueldo público y aspiran a recuperarlo) los que nos saquen de pobres. Decía José Antonio en el acto de La Comedia el 29 de octubre de 1.933:
Yo creo que está alzada la bandera. Ahora, vamos a defenderla, alegremente, poéticamente. Porque hay algunos que frente a la marcha de la revolución, creen que para aunar voluntades conviene ofrecer las soluciones más tibias; creen que se debe ocultar en la propaganda todo lo que pueda despertar una emoción o señalar una actitud enérgica y extrema. ¡Qué equivocación! A los pueblos no los han movido nunca más que los poetas, y ¡ay del que no sepa levantar frente a la poesía que destruye, la poesía que promete!
En La Tribuna de España apostamos por la poesía, por la poesía que promete.


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