Re: Desenterrando a Franco
Que a Franco lo van a sacar del Valle es una evidencia, pues lo harán a la brava, sin oposición real ni legal de nadie, salvo unas cuantas protestas y algunas acciones legales ante tribunales que no servirán para nada, eso suponiendo que se admitan a trámite las querellas pertinentes.
Y ¿a dónde van a llevar sus restos? Al parecer todo apunta al mismo cementerio que él en vida quiso para el descanso de su cuerpo, el Cementerio de Mingorrubio ubicado en El Pardo. En el enlace se puede seguir cómo es este camposanto y los restos de quienes acoge, empezando por los de Carmen Polo de Franco.
Memoria Virtual de El Pardo: Personalidades enterradas en Mingorrubio
Sin embargo, la cuestión no está tan clara, más aún, el asunto apunta a una situación mucho más conflictiva, y no sólo porque los restos de Franco vayan a reposar allí, sino por otra razón hasta el momento bastante desconocida y que la momia del Ayuntamiento de Madrid no menciona demasiado que digamos.
El cementerio del Cristo de El Pardo, un camposanto a punto de desaparecer – El Pardo
Esta truculenta y macabra izquierdona historieta no ha hecho más que comenzar, veremos en qué, y cómo, termina.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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