Todos tenemos estos pensamientos e incluso otros más negros todavía. Yo personalmente los tengo a diario varias veces, recuerda que vivo en un agujero infecto, rodeado las 24 horas del día, asistiendo cada jornada (la última vez hace una hora) al precioso espectáculo del mestizaje de la choni con el colono. Cada día asisto al fin de mi gente. Pero siempre vuelvo a levantarme porque me doy cuenta de que eso es lo que supone el fin definitivo: el momento en que llevados de la desesperanza bajemos los brazos. Mientras quede un puñado de españoles nativos en algún lugar dispuestos a perseverar, seguiremos existiendo. Ese debe ser nuestro objetivo. Debemos dejar de pensar en planes imposibles y centrarnos en despertar entre nuestra población el aprecio por su identidad. Porque si no son conscientes de ella (conociéndola) y no la aman, no pretenderán nunca que siga existiendo.Creo, aunque me pese, que es el final. Las Españas y Europa con la perdida de la fe cristiana y el mestizaje tienen los dias contados. Posiblemente duraremos unos 10 años más, pero no más. Las Patrias, las Naciones desaparecerán y una masa amorfa dirigida por unos nuevos arquitectos e ingenieros sociales marcarán el ritmo de las nuevas revoluciones antropologicas.
La respuesta no existe. la Iglesia que habria de ser el faro, la luz ha sido tomada por las fuerzas enemigas y los pequeños grupos que quedan no tendrán fuerza para que su luz sea vista por la mayoria.
En los colegios los niños conviven con razas extrañas y en las familias ya se tiene que aceptar que los mestizos y mulatos serán parte integrante de los nuevos descendientes.
La tradición religiosa, familiar, étnica desaparecera. No hay salida. Posiblemente todo esto de lugar a nuevas naciones, naciones mestizas, seudocristianas, incluso naciones no mezcladas pero sin conexión con la tierra, pues en esta habitaran todo tipo de seres.
El poder ecónomico y politico es necesario en estos momentos, pero incluso el político tendrá un corto techo. La comunidad patriótica podria ser el nuevo reservorio, pero también es dificil. Sin el dominio, "imperar" en determinadas zonas en donde los linajes esten unidos a la tierra de los antepasados y en donde se genere una barrera contra todo lo de fuera estamos perdidos.
Llevo muchos preguntandome cual seria el método para organizarnos y poder salir de la oscuridad en donde nos encontramos, pero nuestro problema es político, religioso, económico y racial. Organizaciones como HB (mejor dicho el MVLN) o la Comunidad neocatacumenal (los que han convocado a un millon de personas en Madrid hace unos días) han sido desde hace tiempo objeto de observación por mi parte. Ambas son organizaciones que avanzan por libre a pesar de los obstáculos y se mantienen firmes a lo largo de los años y de los problemas.
Tal vez, si el conflicto que mas tarde o más temprano tendremos con Maruecos fuera inminente, serviria para organizar a una parte de nuestro pueblo y poder ser un faro en la oscuridad. Por que sino, simplemente no hay futuro.
Yo también busco habitualmente modelos organizativos. ¿Y sabes en quienes suelo fijarme? En los gitanos. Llevan mil años rodeados de poblaciones inmensamente mayores que incluso han intentado "integrarlos" (diluirlos en la masa) de forma violenta. Y ahí siguen. Todos sabemos como lo consiguen: con la transmisión de unos patrones culturales generación tras generación que les permiten sobrevivir.
La idea básica es esa. No convertirnos en gitanos, evidentemente, si no por una parte hacer despertar la conciencia de la propia identidad y por otra crear y difundir unos patrones culturales que permitan sobrevivir a una cierta porción del pueblo español a medio y largo plazo. Que nos aseguren seguir existiendo. Y desde luego adoptar una mentalidad de reconquista, entendidad de la siguiente manera: la labor que tenemos por delante es de varias generaciones, quizás de varios siglos. Debemos ser conscientes que es un trabajo que sobrepasa con mucho el espacio de una vida y no abrumarnos como solemos con la inmensidad de las fuerzas que tenemos en frente. La Historia es muy larga y el conocimiento de la misma te enseña que el mundo da muchas vueltas. A veces inverosímiles, imposibles de prever. Y que lo que hoy, en nuestro marco cultural y legal, es impensable, puede que no lo sea dentro de cincuenta, cien o doscientos años. Esa es la idea.
Los reconquistadores vivían su vida sabiendo que ellos no verían la tarea completada, pero siendo conscientes de que tenían que transmitir a las generaciones venideras el recuerdo de que una vez en el pasado su tierra fue completamente suya y de que en algún momento en el futuro volvería a serlo. Que tenían todo el derecho a recuperarla. Que cada generación tenía la obligación de hacer su parte y de pasar la antorcha a la siguiente, para que la cadena no se rompiese, hasta que la tarea hubiera sido terminada. Esa debe ser la meta.
¿Que uno tiene cuatro hijos y, a pesar de la educación que les ha dado y de que ha intentado que sean conscientes de la situación de su pueblo, resulta que alguno le sale colaboracionista y barragán de colonos? Bueno, es una desgracia, pero ahí están el resto de los hermanos y los nietos que estos tengan. Ese es el espíritu. Así en cada familia. La resistencia empieza en la mente de cada uno de nosotros.
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