Re: gitanos

Iniciado por
Leolfredo
Gitana, de verdad, se ve que oyes tiros pero no sabes dónde. A Hispania no se le llamaba Tingitania sino que existía una parte de Hispania, concretamente la que quedaba al norte de África -aunque en algún tiempo abarcó una pequeña parte de la Península- a la que se llamaba así o Hispania Tingitana.
Es inútil explicarle nada, está " a su bola" y punto, además, es "de piñón fijo"
En efecto, existe una región de denominación Hispania Tingitana, nombre latino y que el geógrafo Caius PLINIUS SECUNDUS (Plinio "El Joven") describe así en la parte dedicada a Hispania de su Naturalis Historia, LIBRO V, 2-4:
"...Más allá de las Columnae Herculis estuvieron los oppida de Lissa y Cotae, hoy está TINGI, antigua fundación de ANTAEUS, llamada luego Traducta Iulia por el Caesar Claudius cuando la convirtió en colonia; se halla a 30.000 pasos de Baelo, el oppidum más próximo de la Baetica. A 25.000 pasos de TINGI, en la costa oceánica, está la colonia de Augustus Iulia Constantia Zulil, que fue sustraída de los reyes (de la Mauretania) y atribuida a la de la Baetica"
Así, TINGITANA es la región de TINGI, y -ANIA o -TANIA, que es el sufijo con el que los romanos determinaban los topónimos de los distintos puntos de la geografía, por ejemplo, la misma Hisp-ania, "tierra de los hispanos"; o Bri-tania "tierra de los britanos", Maure-tania, lo mismo, y así un largo etc. Por cierto, el oppidum u OPPIDO (castellanizado), es el término con el que se conocían las aldeas fortificadas ÍBERAS, del mismo modo que las aldeas celtas eran los CASTROS.
Que los gitanos tengan un origen muy antiguo ibérico es una hipótesis que ha manejado alguna gente pero es algo harto difícil o imposible demostrarlo fuera de intentos lingüísticos muy arriesgados. No lo descarto del todo, pero habría que remontarse a miles de años atrás.
Le da lo mismo, no importan nada los esfuerzos que se hagan para hacerla entender que nada tiene que ver la antigüedad de los gitanos como etnia, con la presencia de los mismos en Europa y en España en particular. No hace caso ni de los suyos, o sea, que no esperemos que lo haga de lo que le digamos nosotros. Literalmente dicho estamos perdiendo el tiempo de un modo inútil. Y la mejor prueba es que después de todos los mensajes habidos y por haber, vuelve con el mismo mantra del comienzo. Eso si, NO CITA NI UNA SOLA SOLA FUENTE DOCUMENTAL, lo que es harto sospechoso y que de por si ya invalida toda su argumentación, y esto siempre es así en todos los ámbitos de toda investigación, en el campo de actividad que sea. .
Última edición por Valmadian; 11/07/2016 a las 22:52
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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