Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 7 de 7
Honores2Víctor
  • 1 Mensaje de ALACRAN
  • 1 Mensaje de ALACRAN

Tema: El Ejército, camino de perfección cristiana (mons. Guerra Campos)

Ver modo hilado

  1. #7
    Avatar de ALACRAN
    ALACRAN está desconectado "inasequibles al desaliento"
    Fecha de ingreso
    11 nov, 06
    Mensajes
    5,354
    Post Thanks / Like

    Re: El Ejército, camino de perfección cristiana (mons. Guerra Campos)

    Confesar y creer”


    Revista
    FUERZA NUEVA, nº605, 12-Ago-1978

    Confesar y creer

    HAY que reconocer que nuestros tiempos son broncos como nunca, adversos, casi apocalípticos. Repasando la Historia se ven otras épocas no menos duras, crueles y violentas, donde el hombre podía naufragar totalmente en un mar de peligros para el cuerpo y para el alma. Pero ninguna, creo yo, que supere a la que actualmente vivimos.

    Acertó Hillaire Belloc cuando, al hablarnos de las grandes herejías contra las cuales tendría que defenderse titánicamente la Iglesia, la última y peor de todas (las otras eran el mahometismo, la albigense y el protestantismo) es la «moderna» o modernismo, o sea el liberalismo que, a fin de cuentas, agrupa todas las corrientes ateas y corrosivas de la Historia, «el asalto en masa contra los fundamentos de la fe, contra la existencia misma de la fe».

    ¿Y quiénes guardan o han guardado la fe en España? La Iglesia y el Ejército. De ahí que los ataques más fuertes de esta época vayan dirigidos contra las dos grandes instituciones que en España han guardado la fe y en siglos de gloriosa historia han dado victorias incontables a la religión católica.

    No hay que ser muy perspicaz para comprender que toda la política liberal y parlamentaria de hoy no tiene más que dos objetivos, previos al definitivo de erradicar la fe, y son los de minar y corromper a la Iglesia y al Ejército. Los asaltos a esas fortalezas, todavía resistentes, y a las que dio mayor fuerza la Cruzada de 1936-39 y el caudillaje de Franco, adoptan hoy varías tácticas. La estrategia del mal conoce bien el terreno, y ha buscado los puntos débiles, los portillos y las brechas por donde penetrar en la fortaleza.

    Primero vino una debilitación de la moral y de los principios sociales a través del materialismo, de las ideas económicas que suplantaban al ideario político, y, con el tiempo, que todo lo puede, el desdibujar unos hechos históricos. El primer objetivo fue la Iglesia, y parece que en ella se ha conseguido la mejor baza, inutilizándola o manteniéndola al margen, bien con la argucia del apoliticismo y neutralidad, bien con la inculcación de ideas democráticas totalmente anticristianas en un clero alienado o vacío de convicciones, fácil al lavado de cerebro. Se ha cumplido el plan de Lenin: «A la Iglesia no hay que combatirla de frente, sino desde dentro.»

    ¿Ha quedado ya eliminada la Iglesia? A la vista de su nula reacción o mínima en el mejor de los casos, ante hechos tan flagrantes como desterrar la soberanía de Dios, la doctrina de Cristo y la moral del gobierno y legislación de la Patria, cabe pensar en lo peor.

    ¿Y el Ejército? Estos días (1978) hemos asistido a la culminación de un ataque que, más solapado y más habilidoso, se lleva a cabo contra él, y que ha costado la vida a un general y un teniente coronel. Como antes lo fue el comandante Imaz; como en estos años lo vienen siendo esos soldados —no son otra cosa— con uniforme de la Guardia Civil o de la Policía Armada; porque hay quien olvida que forman parte de las Fuerzas Armadas, que son Ejército.

    Pero, junto al ataque directo de las armas, está otro más sutil y venenoso: el de la adulación y el de la infiltración de ideas liberales y degradantes, que debilitan el sentido y el espíritu de la Milicia insensiblemente. El caballo de Troya no fue sino una estratagema religiosa, un halago al dios de los troyanos, para hacerles caer en la trampa. Por las bravas y a la tremenda, el enemigo sabe que no tiene nada que hacer y que hay que corromper a los soldados para anularlos. Esa corrupción se hace con palabras, con ideas, con engaños dialécticos. «Para un Ejército no hay nada peor que la inactividad», dijo recientemente un gran estadista, recogiendo la opinión de Tácito. Mantener inactivos a los militares es la táctica de quienes emboscan su maniobra en el pacifismo, que no es deseo de paz, sino utilización de la paz para el derrotismo.

    De cualquier manera, nosotros, que somos hombres de fe y que, como suele recordar Blas Piñar en sus discursos, debemos tener a Dios en medio siempre con nosotros, aunque las circunstancias sean contrarias y podamos asistir impotentes a la demolición de nuestras más firmes instituciones históricas, debemos hacer lo que el cardenal Monescillo, cuando en el Congreso (Cortes Constituyentes de 1869), el diputado Suñer y Capdevilla despotricaba contra la religión, en alarde de fanático ateísmo, decir: «Cuando oigo negar a mi Dios, confieso y creo.» Esta proclamación de fe la hacemos hoy, en iguales circunstancias, no sólo contra los ateos de la Constitución de 1978 sino ante nuestra Iglesia y nuestro Ejército, en los cuales proclamamos nuestra fe, pase lo que pase. Confesar y creer. Porque eso nos dará la victoria.

    Pedro RODRIGO


    Última edición por ALACRAN; Hace 2 semanas a las 13:06
    “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.

    A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Respuestas: 4
    Último mensaje: 27/03/2025, 13:58
  2. Respuestas: 5
    Último mensaje: 16/02/2024, 13:03
  3. Respuestas: 0
    Último mensaje: 27/09/2017, 21:56
  4. Respuestas: 0
    Último mensaje: 27/05/2014, 13:29
  5. ¿Instituto de perfección o de posición ???
    Por Hyeronimus en el foro Crisis de la Iglesia
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 29/02/2012, 13:50

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •