Gens domitorum:
"Algo sí, es indudable, pero eso le sucedía a muchos en aquella época.
Sin embargo, Hitler nunca llegó a entender del todo a Nietzsche y su vitalismo.
El darwinismo social del régimen nacionalsocialista estaba inspirado más bien en aquella mentalidad pseudocientífica mencionada anteriormente y en determinadas tonterías esotérica, más que en la filosofía nietzscheana que, si se lee bien, podría parecer más afín al anarquismo que a un sistema como el imperante en la Alemania nazi."
Quisiera apuntar algo, en el sentido de refrendar, las palabras de Gens Domitorum:
En efecto, el nazismo es incomprensible sin la "ariosofía" -producto pseudocientífico y ocultista de List y Lanz von Liebensfeld. Pero, no obstante, tengamos en cuenta la lucha titánica que desarrolló Martin Heidegger en contra de los ideólogos oficiales del NSDAP: se impuso en el III Reich una imagen unívoca de Nietzsche, inspirada en algunos de sus pasajes leídos a ojo de mal cubero. Alguna pieza que otra:
"Adelantemos nuestra mirada un siglo, supongamos que mi atentado contra los milenios de contranaturaleza y de violación del hombre tiene éxito. Aquel nuevo partido de la vida, que tiene en sus manos la más grande de todas las tareas, el adiestramiento superior de la humanidad, incluida la inexorable aniquilación de todo lo degenerado y parasitario, hará posible de nuevo en la tierra aquel exceso de vida del cual tendrá que volver a nacer también la situación dionisíaca. Yo prometo una edad trágica: el arte supremo de decir sí a la vida, la tragedia, volverá a nacer cuando la humanidad tenga detrás de sí la consciencia de las guerras más duras, pero más necesarias, sin sufrir por ello..."
O aquel lugar común de "la bestia rubia". Los ideólogos oficiales vieron a Nietzsche como un profeta de su Herrenvolk. Estos pasajes y otros fueron manoseados hasta el hartazgo por Alfred Baumler y Alfred Rosenberg se llevaron el gato al agua... La visión heideggeriana quedó cifrada en esa obra colosal del filósofo de Messkirch, "Nietzsche".
Solo eso.
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