La dificultad en la comprensión fluida argumenta contra esa interpretación. Sí considero que son variantes del mismo idioma hispánico, pero variantes que sin práctica resultan confusos entre si. Por tanto, hace falta unificarlas en términos de intercomprensión, de práctica en la comunicación.
Eso no tiene posibilidades político-culturales. Jamás sería aceptado en Portugal y Brasil.
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