"Confieso –continua nuestro Santo- una vez más que el liberalismo es pecado, enemigo fatal de la Iglesia y reinado de Jesucristo y ruina de los pueblos y naciones, y queriendo enseñar esto aún después de muerto, deseo que en el salón donde se exponga mi cadáver, y aún en el templo durante las exequias, se ponga a la vista de todos un cartel grande que diga: El liberalismo es pecado.





Yo he gritado contra ese mal, y aún he sufrido por gritar. No me arrepiento de haber gritado. Si en este punto tengo que arrepentirme será por no haber gritado más" SAN EZEQUIEL MORENO





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