En el Vaticano II confluyen varios movimientos eclesiales heterodoxos, más o menos consentidos entre 1920 y 1960, yo fijo los siguientes:
- Durante los años 20 y 30, falso y bastardo ecumenismo-liturgismo, protagonizado por modernistas camuflados en el famoso 'Movimiento Litúrgico' en monasterios benedictinos de Francia y Alemania; Conversaciones (ecuménicas) de Malinas; con visto bueno de la jerarquía...
- Inicio del progresismo católico (que llega hasta simpatizar con el marxismo) en la Francia de los años 30, a partir de Maritain, E. Mounier; Bernanos, (y en España desarrollada por católicos críticos como los Aranguren, Ruiz Giménez...) postura con la que simpatizará Pablo VI, que triunfará en el Concilio y se impondrá brutalmente al rebaño sumiso y obediente.
-La herética 'Nueva Teología', cultivada en Alemania y Francia, en los años 40, a partir de contactos con teólogos protestantes y con filosofías ateas y/o anticristianas (Congar, Chenu, de Lubac, Rahner...) así como la teología cósmico- evolutiva de Teilhard de Chardin... Todo ello condenada por Pío XII en la Humani Generis de 1950 (pero condena que el Vaticano II se pasó por el forro...)
- Infiltración marxista en curas y ambientes católicos por tratos directos con comunistas durante la II Guerra Mundial, sobre todo en Francia e Italia
- La infiltración comunista en organizaciones obreras católicas, que ya en los años 50 (aun en España con la JOC y la HOAC) eran un mero apéndice de la subversión comunista mundial. (Comentaba R.de la Cierva, no me acuerdo en qué obra, que ya a Franco, a principios de los años 50, le había llegado información confidencial de que Moscú planeaba utilizar a la Iglesia como agente subversivo en países católicos).
- Como telón de fondo, el nuevo orden mundial de la flamante ONU; o sea, judaísmo y marxismo campando por fin a sus anchas como amos del mundo, acogotando y amenazando a las religiones cristianas...
- Juan XXIII precisamente fue nombrado papa para coordinar todo ese cóctel y darle forma "católica" urbi et orbe, dando por descontado que el mundo occidental cristiano habría de caer pronto en manos comunistas (cosa que no acabaría sucediendo). En última instancia el Concilio obedeció a una perspectiva de marxismo mundial que se frustró, y los católicos desde entonces vienen pagando a nivel doctrinal y teológico unas perspectivas ya estúpidas y superadas.
Lo que dije antes sobre que Rahner y la Conferencia Episcopal Alemana impusieron a la Iglesia su herético punto de vista, por supuesto que está coordinado con la conspiración judaico masónica: no es sino la "catolicización de las ideas de democracia, derechos humanos, multiculturalidad y libertad de perdición, sólo que dándolas un ropaje teológico: la nueva "colegialidad" conciliar, que hace al papa un pelele del colegio episcopal, es un triunfo de la idea bastarda de democracia; la herética libertad religiosa y el herético ecumenismo son el triunfo de la idea de derechos humanos y multiculturalidad. Son simples ideas masónicas travestidas al catolicismo.
“...en verdad, la revolución salida de nuestras Logias se ha extendido prodigiosamente bajo la cúpula de San Pedro...”
“...Gracias a la revolución deseada por Juan XXIII todo masón debe felicitarse por los resultados irreversibles de este Concilio...”
(Yves Marsaudon, Grado 33 º del rito escocés y del Supremo Consejo de la Masonería francesa, 'L' Ecumenisme vu par un Franc- Maçon', Marzo 1965)
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