Re: El milagro de la Virgen de Guadalupe

Iniciado por
ortodoxo
el tal Sixto de Borbón NO es rey de España y mucho menos de América, que es el nombre de lo que Ud. con resabios extemporáneos de colonialismo denomina Las Indias.
Disculpe usted, pero S.M. Don Sixto de Borbón Parma, es la persona de la Familia Real Española que reúne en si la legitimidad de origen y la legitimidad de ejercicio que según las leyes de la Monarquía Hispánica han de reunir los reyes de España. Que por las circunstancias históricas y los avatares políticos no lo hayan situado en el Trono, no significa que en su persona no se aúnen los seculares requisitos así exigidos y le corresponda por derecho. A fecha de hoy, y por disposición de Franco, tenemos en la "jefatura del Estado" a dos señores de sangre real, eso sí, pero que aplicando la legislación del Reino de España nunca tendrían que haber sido elevados a tal categoría. Antes de hablar, le ruego que se informe adecuadamente.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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