Re: Los Carlistas en la Guerra de Secesión Norteamericana

Iniciado por
Hyeronimus
El sur de los EE.UU. siempre ha sido muy apegado a la tradición y más creyente, no sé si porque originariamente fueron territorios hispánicos y alguna influencia debió quedar; lástima que hoy en día sean más que nada protestantes, pero eso sí, también los más integristas y conservadores. Es lo que se conoce como "Bible Belt" o zona de la Biblia.
Todavía en 1970 se pudo ver a carlistas en Texas. El 6 de junio de ese año la Society for a Christian Commonwealth, editora de la revista católica Triumph, llevó a cabo la que tal vez sea la primera manifestación contra el aborto de la historia de los Estados Unidos, en la que participaron estudiantes de la Universidad de Dallas y otras personas. Muchos de los manifestantes iban ataviados con boina roja, camisa caqui y detente. Algunos llevaban un rosario alrededor del cuello, cosa que entonces se hacía en serio, no como la moda tonta e irrespetuosa de hoy en día. Frederick Wilhemsen, filósofo y docente de la mencionada universidad, encabezó la manifestación portando un crucifijo y leyó pasajes del Evangelio y del Apocalipsis, advirtiendo a EE.UU. que un día tendría que dar cuenta a Dios por el asesinato de sus hijos. La policía golpeó y detuvo a cinco manifestantes.
Curiosa aportación de Hyeronimus en este mismo hilo (#5)
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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