Más sobre la legalización del PCE

Revista FUERZA NUEVA, nº 543, 4-Jun-1977

Anote el elector

(…) Que un jefe de Gobierno diga que se responsabiliza de todas y cada una de las acciones de su gabinete (¡actitud gallarda nada original!) no nos dice ni mucho ni poco. Menos aún si esa gravísima responsabilidad la asume quien no ha dado pruebas de una elemental prudencia política, ni tiene en sus manos la posibilidad de rectificar a la vista de las primeras consecuencias negativas. Así, pues, la última alocución televisiva del presidente Suárez, lejos de tranquilizar, es fuente inagotable de preocupación.

El presidente se responsabilizó de “su” legalización del Partido Comunista de España, intentando justificarla con argumentos desconcertantemente pueriles:
•Porque “el PCE no se presenta ahora como en el verano de 1976”; pero ¿ha abandonado su ideología, intrínsecamente perversa, y sus objetivos, o sólo ha cambiado de táctica?;
•Porque “el pueblo español aprobó la reforma política el pasado 15 de diciembre”; pero no se manifestó favorable a la legalización del PCE;
•Porque “el PCE presentó unos estatutos perfectamente legales”; pero no dependía su legalización de la imagen que ofreciera;
•Porque “el PCE es una realidad que está ahí”; pero en España y en el mundo todo hay otras realidades que no se legalizan porque, sencillamente, no deben legalizarse;
•Porque “el PCE ha adoptado una buena conducta pública en los últimos meses”, pero ¿iba a echarse ya a la calle?, ¿tendrá que tomar posiciones y consolidarlas?

Anote el elector (…)

C. P. F.