El güisqui es irlandés, no inglés. El fútbol sí. Y en cuanto al té es tan inglés como el gazpacho. El té es originario de China, donde lo descubrieron los portugueses, que luego lo llevaron a la India. Entró en Inglaterra con la portuguesa Catalina de Braganza, reina consorte de Carlos II, que además de introducir el té en la corte de Inglaterra convirtió a su esposo, que reinó como criptocatólico y no persiguió a los católicos como sus antecesores, muriendo abiertamente en la religión verdadera. Cuando dos siglos más tarde los ingleses eran dueños de los mares y de la India y estaban librando una sucia guerra con los chinos por el tráfico del opio, importaban grandes cantidades de la susodicha hierba, que ya era bastante popular por entonces.
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