Desde mi punto de vista, como sudamericana, he visto muchas diferencias entre organizar un movimiento "extra-sistema" en Sudamérica y organizar uno en España y/o con españoles. Esto mismo ha sido debatido muchas veces entre el usuario Ordoñez y una servidora, y finalmente nuestras conclusiones son bastante similares y complementarias. Él ya expuso las suyas y yo expongo las mías:
Primero, y sin querer otorgar un juicio de valor a los rasgos de idiosincracia y temperamento de los peninsulares y los criollos, puedo decir que estos últimos estamos más dispuestos (¿O resignados?) a escuchar. Y no a escuchar bajo la expectativa de encontrar el error en el discurso de nuestro interlocutor, ni a escuchar por escuchar para fingir complacencia y que nos acepten en el club, sino a escuchar y reflexionar sobre lo expuesto, encontrar un punto en común o al menos algo interesante que aprender. Incluso iría más allá e incluiría en este rasgo de carácter criollo a los anglosajones de USA, con los que personalmente me he encontrado en situaciones de discusión ideológica desde puntos de vista antagónicos o no conciliados. Y a pesar de llegar o no a una conclusión "teórica", en la práctica terminábamos tendiendo, cuando menos, puentes de apoyo entre organizaciones extra-sistema. Ellos también comparten este rasgo, lo que me parece curioso y oportuno.
La segunda diferencia que veo entre peninsulares y criollos, es esta suerte de orgullo mal entendido de parte de los primeros al momento en que se cuestionan sus fuentes académicas, en que se pide la explicación del proceso lógico que han seguido sus premisas, sus inferencias y sus conclusiones sobre algún tema o concepto. Esto es determinante al momento de entablar reuniones entre personas con alguna inquietud política extra-sistema. Toda vez que se solicite una explicación más detallada a lo que se argumenta o cualquier cuestionamiento a lo que se piensa, se entiende por el peninsular como una argumentación Ad hominem, en la cuál se lo ataca a él en su dignidad, en su sapiencia, en su capacidad y hasta en su virilidad (¡Si lo habré visto!). Por estos lares en cambio se tiende a no interpretar tan gratuitamente como afrenta o desafío, o incluso ataque, un cuestionamiento hacia lo que decimos o hacemos. Se prefiere pensar en una falta de capacidad para darnos a entender o por último una falta de capacidad de nuestro interlocutor para entendernos, por lo que se cambia la estrategia o se replantea la argumentación. Al final siempre se puede terminar con una buena conversación entre personas medianamente inteligentes, aunque sean de ideas contrarias.
Lo tercero y más importante que veo es que mientras por estos lares buscamos puntos de concordancia en común (Principios, ideas, preferencias, gustos, etc.), por allá buscan exactamente lo contrario. Aquí se han hecho campañas contra el aborto, los desfiles gays, el capitalismo, Sendero Luminoso, el Movadef, a favor de la natalidad, el sistema sanitario, la educación, etc. contando con el apoyo de simpatizantes de estas causas que leían a Serrano, a Evola, que escuchaban RAC, o a Wagner, católicos, agnósticos, paganos, FSSPX, protestantes, NS, NR, Falange, Skins, WP, hispanistas, "fachas", metaleros, etc. Cuando se empezaba el contacto era difícil por lo variado de las tendencias, y se requería de paciencia, de mucho debate y de fortalecer los puntos en común, pero luego esas tendencias iban desapareciendo o iban quedando relegadas a un segundo plano a favor de una idea común a la que serle consecuentes.
Lo único que lamentamos siempre en estos lares es no tener a más gente con ese interés político "extra-sistema". Si tuviéramos la mitad de contactos que tiene este foro por ejemplo, aquí ya habría algo muy, pero muy serio ya organizado.
Mi inocente pregunta de toda la vida ante mis amigos y camaradas españoles solía ser "¿Siendo tantos, por qué no hacen tal o cual cosa?". Claro, ahí empezaban a ilustrame en el complejo escenario español, escenario que con los años ya conozco de sobra.
Y es que para nuestra visión "tercermundista", todo identitario antisistema era un potencial amigo, aliado, camarada. Y luego de las depuraciones del caso, los que quedaban lo eran, aunque hubieran salido de canteras fachas, nazis, skins, católicas, paganas, etc.
Mas allá de que se considere todo lo anteriormente expuesto como una suma de anécdotas o experiencias puntuales, quiero decir que funcionaron. Y funcionarían si no fuera por causas absolutamente externas sumadas a la falta de gente hablando en números.
Finalmente, no estoy diciendo que nuestra forma de ser sea la "BUENA" versus la forma peninsular "MALA". No. Muchos ya dirán que somos pasivos, débiles, resignados, tolerantes, que caemos en la desesperación por conseguir militantes, y mil cosas más que ya me ha tocado escuchar y refutar. Sin embargo, la historia de la humanidad no se basa en paradigmas, sino en hechos. La teoría no antecede a la práctica. Eso sería darle la razón a la dialéctica marxista y capitalista. Ante eso, me adscribo a la definición de política, real y natural, de Carl Schmitt: La política es la capacidad de distinguir entre el amigo y el enemigo.
Saludos,
Marcadores