Realmente indigna esta conjura de toda la fauna política para censurar un libro. El asunto podría pasar por ridículo (buscar que se prohíba un libro al parecer solo juzgándolo por su título), si no fuera porque está promovido por los dirigentes de una sociedad y por los que se presentan como su "clase pensante". Alguien podría decir que opino sin haberlo leído; pues, sí, y en ese caso me encuentro justamente en la misma situación de los que buscan la prohibición; la pequeña diferencia es que los principios liberales que, seguramente, a ellos tanto les gustan y su propia Constitución -como ya mencionó Valmadian- garantizan la libertad de expresión y prohíben la censura previa (es decir, censurar antes de la publicación). Pero, además, sería falso decir que quien quiere ver publicada esta obra opina desde la ignorancia, ya que hay, por el contrario, indicios positivos sobre ella: ya ha sido publicada en Italia, y lejos de pedirse allí que sea sacada del mercado, ha resultado un superventas, así que, por lo menos algún mérito debe tener.
Lo peor es que si el libro se hubiese llamado "Sé una puta si te da la gana", con toda seguridad ninguno de los que ahora grita habría dicho ni mú; por el contrario, no me es difícil imaginar que algunos -empezando por las feministas- habrían destacado que el título supone una defensa de la autodeterminación y la libre elección de las mujeres. Ahí sí -les apuesto- no verían degradación de la imagen femenina.
P.D. Y en cuanto a lo de "retirar las Biblias"; bueno, le podríamos decir a la autora que aún no se ha llegado a tanto, pero ya alguien planteó hacerlas "políticamente correctas":
http://www.dw.de/el-lenguaje-políticamente-correcto-llega-a-la-biblia/a-2215528
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