Lo cierto es que en heráldica siempre han sido abundantes las interpretaciones más o menos reales o más o menos fantasiosas, pero en el caso de las cinco puntas es, a todas luces, una interpretación que no corresponde con la verdad histórica. Los documentos atestiguan que las ochos puntas son las originales y muy anteriores en siglos a lo que actualmente forma parte de una simbología escasamente popular y admitida, en particular la referida a la bandera de la comunidad autónoma, insulsa y estéticamente fea.