Re: Veneración, honra o respeto hacia los Santos e Imágenes... Punto difícil.

Iniciado por
Tapatio
Lutero fue un gran hombre de Dios, que reformo la Iglesia en su tiempo, el es un ejemplo de Fé, y de amor puro a Dios.
¡Falso! ¡falsísimo! fue un hereje que rompió la unidad de la Iglesia y con su herejía condenó a sus seguidores. Y de amor a Dios ¡nada de nada! a Dios se le ama obedeciéndole, no llevándole la contraria con pensamientos y actos contrarios a sus mandamientos y a su Iglesia.
Recordar que la Iglesia católica de ese tiempo, cobraba por las Indulgencias,esos pillos.
A ver si entiende usted que la Iglesia Católica somos todos los bautizados en Ella, y para pillos y golfantes, ya tenemos a todos los charlatanes que ofician sus actos protestantes.
, No me sorprende, si a Jesus lo desacreditaron, los fariseos, algo similar le paso a Martín Lutero, que le dijo sus verdades a los hombres de la Iglesia de su tiempo
Y se atreve a compararlo con Cristo, ¡es el colmo! Este, y no otro, era su sinvergüenza, el mismo al que usted sigue:
"El pecado es la muerte del alma" Ef 2, 4ss; Col2,13
"Cierra la puerta del reino de los cielos" Gál 5,21
"Se han de evitar las ocasiones del pecado" Mt 5, 29 ; 18,8
"El pecado es aborrecido de Dios" Mt 7,23
Y esto escribía el tal Lutero:
"Sé pecador, y peca fuertemente..." en escrito a Melanchton, uno de sus primeros secuaces, el 1º de agosto de 1521.
Para luego afirmar que no importa si en un sólo día se cometiesen "miles y miles de veces diversos adulterios y homicidios", pues todos serían perdonados. Es decir, da igual hacer semejantes disparates que no hacerlos, o sea, es lo mismo que introducir al demonio en el alma humana, porque "el pecado no puede separarnos de Él", en referencia a la largueza del Cordero por ser "vencedor del pecado, de la muerte y el mundo..."
Y como esto es aasí, según este imbécil, ¡hala! todos nosotros a darnos la gran vidorra, vamos a demostrar a los materialistas, a los hedonistas, a los ateos, que los cristianos somos unos tíos cachondísimos, que nos corremos unas farras de miedo con rameras todos los días bebiendo y comiendo y cometiendo toda clase de tropelías, mientras que ellos son unos desgraciados que no se enteran de nada, sólo porque además de "peca fuertemente; cree más fuertemente todavía...", Así el secreto para no condenarse debe de ser que cuando un individuo va a una casa de putas, antes de entrar reza "fuertemente" varios "Padrenuestros" acabados en un mantra que dice: Cómo creo en tí, Padre, No te haces una idea de como creo en ti, pero ahora ya me disculparás pero hay unas "señoritas" esperándome para darnos un buen revolcón. Después ya iré a una iglesia, échare un billete de "equis €" en un cepillo y en primera fila delante del altar ya te diré lo pecador que soy, pero como creo mucho, mucho, mucho en ti, sé que me habrás perdonado.
¡Menuda traca!
Última edición por Valmadian; 08/03/2014 a las 14:58
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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