Cita Iniciado por Ordóñez Ver mensaje
Una vez, en una reunión de la Ciudad Católica, escuché a un eminente tradicionalista sevillano plantear la siguiente hipótesis:

El " objeto básico " de tal reflexión ( Que a priori puede parecer " extravagante " ) es el siguiente: La idea del " no Dios ". En el fondo, ¿ no plantea Nietzsche una realidad, ya en el siglo XIX, de hacia dónde cabalga el " mundo moderno " ?



Partiendo de los sofismas de Kant, se arriba a esta consecuencia. El problema es que Nietzsche parte de unos supuestos que no podemos ni debemos tolerar. Nietzsche, un hombre acomplejado, hijo de un pastor protestante, realmente no conocía el Cristianismo. Desde ahí, e influido por una suerte de " romanticismo trágico " e idealizaciones pseudohistóricas, aliñadas de cierta vaguedad cientificista, no hace si no meter la pata.



La " tolerancia útil " de I. Kant para con la Religión, a día de hoy parece ser actualizada por Sarkozy, prócer de la derecha europeísta. En un sentido puramente " convencional " ( O formal ) y utilitarista. También podríase decir que " pragmático ", " práctico ". Nietzsche, sin embargo, acude a que eso se ha acabado, y que realmente es imposible. En este análisis, tiene razón. Vemos el fracaso en la mismita estupidez de la " democracia cristiana " y en otras muchas cosas de nuestro tiempo.



Pero a lo que va Nietzsche es a la " superación " pseudofilosófica de Hegel: El remate de las elucubraciones de la filosofía de una Alemania que perdió su orgullo y unidad de nación gracias a Lutero. La " nueva moral " o el " superhombre " no son sino métodos evolucionistas que ya beben de la famosa " tesis/antítesis/síntesis ". Sólo que Nietzsche recoge desde los paganismos grecorromanos y nórdico-germánicos hasta el islamismo; todo en una especie de " esteticismo de fuerza ". Nietzsche, en Aurora, critica la Reconquista de España por haber privado al mundo de los baños árabes...Ignorante el tímido y apocado ( Tal y como lo califica el genio D. Luis Corsi Otálora ) Herr Friedrich, omite que los baños en particular y la ingeniería acuífera en general ya existen en Hispania antes de los romanos y que los que la revitalizan no son los adnan o los qahtan, sino unos berberiscos recién islamizados de cultura romana; y que los cristianos, a pesar de tantos siglos de mentiras, lo hacían igual o mejor.



Es lo que ocurre cuando no se atiende a la Verdad que nos hace libres: De un análisis potencialmente lúcido, se desemboca en la mentira, cuando no en la paranoia. Así murió el pobrecillo Nietzsche....

En Razones de una conversión, dice Ramiro de Maeztu:

Aún es más extraño que deba yo a Nietzsche mi alejamiento de los utopistas y mi convicción de que es preciso para que los hombres se perfeccionen, que se sientan de nuevo pecadores, como en los siglos de más fe. Esta consecuencia de las doctrinas de Nietzsche no ha llamado tanto la atención como su odio al Cristianismo y su concepción del superhombre, pero creo que, andando el tiempo, será Nietzsche considerado como uno de los precursores del retorno de los intelectuales a la Iglesia, y merecerá este honor por haber sido el pensador moderno que con más elocuencia ha enseñado a las gentes a desconfiar de sí mismas. Yo había leído a Nietzsche por patriotismo. La flojedad que sentí en mí y en torno mío durante los años de las guerras coloniales, terminadas en 1898 con la agresión de los Estados Unidos, que a su prestigio de potencia invencible unió la aureola de nación libertadora de pueblos oprimidos, me hizo sentir la necesidad de hombres superiores a los que teníamos. ¡Hombres superiores! Lo que España necesitaba es lo mismo que Nietzsche había predicado: «Os enseño el superhombre. El hombre es algo que debe superarse. ¿Qué habéis hecho para superarle?» (Ich lehre euch den übermenschen. Der Mensch ist etwas, das überwunden werden soll. Was habt ihr goian, ihn su überwinden?) Y lo que Nietzsche nos enseña es lo mismo que la Iglesia nos viene diciendo desde siempre. Hay que superar al hombre, al pecador, en cada uno de nosotros. Verdad que Nietzsche acusa al Cristianismo de haber creado una moral contra natura; pero aquí no podía seguir a Zarathustra, porque había aprendido en Kant que los juicios sintéticos a priori no vienen de la naturaleza material, porque no proceden de la experiencia, y de ello había deducido que el reino del espíritu no es naturaleza, la naturaleza de los materialistas, sino sobrenaturaleza. Por otra parte, lo que es el superhombre no me lo decía Zarathustra, y tenía que ir a buscarlo a otros modelos.

http://www.filosofia.org/hem/193/acc/e62006.htm