Se nota el buen gusto de una dama católica. Por mi parte, sellaré mis labios y no daré más señas sobre esos escabrosos asuntos.

Pero, al margen de estos asuntos que candaremos, creo que sobre Nietzsche todavía queda mucho que rascar.

Pero no será esta noche.

En Jesús y María, buenas noches.