Con todos los respetos hacia el señor Trevijano, me hace gracia que expresara que Juan Carlos iba a deshonrar la monarquía por aceptar ser nombrado rey del Movimiento Nacional por el General Franco, diciendo que iba a salvar una monarquía sin honor. ¿Qué honor le quedaba a la monarquía tras huir como un cobarde su abuelo Alfonso, llamado XIII, entregando España a los revolucionarios republicanos y dejándola a su suerte? ¿Qué honor habían mostrado sus antepasados Carlos IV, al entregar España a Napoleon, o su hijo Fernando VII entregando España en su lecho de muerte a su mujer María Cristina y a los revolucionarios liberales, por no hablar de su hija Isabel? Los únicos que se salvan de las interminantes afrentas a la patria cometidas durante los dos últimos siglos por parte de la dinastía borbónica son Don Carlos V y sus legítimos sucesores, con la excepción de Carlos Hugo y tengo mis dudas sobre Don Javier.
Precisamente Juan Carlos, de haber querido ser un rey católico en lugar del "rey campechano de todos los españoles", habría podido recuperar parte del honor perdido. Pero ha resultado ser más que leal, no ya a su padre, sino a toda su estirpe egoista, antiespañola y traicionera.
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