Mi opinión personal es que hay que tener cuidado con esta gente. No digo que sean malas personas o no defiendan sus ideas con buena fe, sino que la pretensión de querer hacer una síntesis dialéctica entre la Tradición política española con las corrientes conservatistas, neoliberales o "libertarias" (procedentes principalmente del ambiente angloamericano) es un completo y absoluto disparate.
En el caso concreto de D. Miguel Anxo Bastos Boubeta, "asomó la patita" de sus intenciones en el estudio preliminar que hizo sobre un libro de antología de textos del pensador político tradicionalista Ángel López-Amo, titulado El principio aristocrático. En él afirma lo siguiente:
"López-Amo retoma el pensamiento carlista donde éste había quedado..., antes de su cambio de rumbo ideológico [...], y lo fertiliza con aportaciones propias del liberalismo clásico europeo (antiestatista) y sobre todo del conservadurismo norteamericano. El resultado es una obra extraordinariamente original en nuestro contexto, pues combina una visión profundamente escéptica del poder estatal, tanto en el ámbito político como en el económico, con una revalorización de instituciones políticas tradicionales como la monarquía y la aristocracia propias del pensamiento reaccionario postrevolucionario y con una revalorización de la descentralización política -muy poco apreciada en los primeros años del franquismo-" (pp. 17-18).
Esta interpretación de la obra de López-Amo es, a mi entender, completamente inaceptable (de ella se hicieron eco en su día Pablo Molina en Libertad Digital y Sergio Fernández Riquelme en Arbil).. El mero hecho de que López-Amo citara o hiciera uso en su obra política de alguno pensamiento aislado del mundo conservatista-anglosajón y tradicionalista-europeo, no lo convierte en un "renovador-reformador" del pensamiento político tradicionalista español, sino que simplemente los cita a beneficio de inventario para reforzar o subrayar el carácter propio (caracterizado por su continuidad secular de manera ininterrumpida y sin ruptura así como su ausencia de influencias o contagios revolucionarios de ningún tipo) de la auténtica doctrina política tradicionalista española, en la cual se integra el propio López-Amo sin contaminaciones externas ni intentos de "reforma" con aportaciones extranjeras (que más bien responden a un pensamiento desiderativo del profesor Anxo Bastos que a una verdadera realidad).
El hecho de citar a beneficio de inventario a autores extranjeros ajenos al tradicionalismo político español sólo implica el uso de dichas citas para una mejor comprensión o reafirmación de la multisecular doctrina política tradicional española, sin que ello acarree problema o amenaza de ningún tipo en lo que a una posible falsificación o infección revolucionaria de ésta se refiere (pienso ahora, por ejemplo, en los casos de dos grandes continuadores del pensamiento político español como Rafael Gambra y Vallet de Goytisolo -o D. Miguel Ayuso en nuestros días-, con lo que, además, dicho sea de paso, ese pretendido estancamiento de la doctrina carlista "antes de su cambio de rumbo ideológico", como señala el proferor Anxo, sobra completamente por carecer de fundamento alguno).
Por desgracia, parece que existe actualmente una línea de pensamiento (en la que se inserta D. Miguel Anxo) en la que, como dije al principio, trata de conseguirse una imposible fusión o integración de la tradición política española y del conservatismo-neoliberalismo-libertarismo anglosajón-angloamericano. Principalmente tratarían de hacernos creer que existe una línea de continuidad entre el pensamiento político-económico de los autores de la 2ª Escolástica Española de la Escuela de Salamanca del siglo XVI y los autores neoliberales de la segunda posguerra mundial: Rothbard, Von Mises, Molinari, Hayek, etc, etc... Afortunadamente han salido voces también en el ámbito católico-tradicionalista angloamericano criticando este sinsentido y completo absurdo (principalmente, por no decir únicamente, en la revista The Remnant).
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