Cita Iniciado por Veleta
Ulibarri, me he limitado ha responder a un pregunta del amigo Lo ferrer sobre las medidas que tomó Primo de Rivera respecto a los toros y a relatar la jocosa anécdota de "en esa fecha también toreo yo"; también me simpatiza Primo, igual que Cánovas, porque ambos tenían un sentido del humor muy andaluz y además no se mimetizaban con los madriles, es decir, que hablaban con los rasgos dialectales propios de Jerez de la Frontera el uno y de Málaga el otro. Ahora bien, eso no significa que apoye toda la política de Primo ni que coincida con él en todos sus gustos.
Como bien dices, el desarrollismo de la dictadura de Primo de Rivera fue un acierto. Digámoslo alto y claro: el desarrollo científico, técnico e incluso económico es algo enteramente positivo... el desarrollo únicamente es pernicioso cuando está sometido a la usura (En este punto concreto, el mejor paradigma que demuestra lo acertado de mi afirmación es Adolf Hitler, al que he criticado y mucho en otros aspectos, pero en este en concreto le doy un 10... y porque no hay un 11, que si no...).
Respecto al flamenco, critico el flamenco adulterado por el gitano, que es el que ha terminado imponiéndose, pero el flamenco puro de matriz hispana lo encuentro eufónico y hermoso, igual que el fado portugués (ambas músicas son fusiones de elementos castellanos y portugueses con elementos hispanomusulmanes y sefaradíes). Por otro lado, eso del "charanguismo prototípico ehpañolihta" es la única acusación que podéis hacer desde un punto u otro de la Meseta para tratar de hacer ver que España está moldeada a imagen de Andalucía; te remito a mi respuesta a Paco en otro hilo:

http://hispanismo.org/showpost.php?p=4374&postcount=13

Así mismo, me gustaría añadir que yerran quienes creen que España es esperpéntica sólo por las folklóricas y ese tipo de cosas. No, Ulibarri, España es esperpéntica en un sentido mucho más profundo. Aunque ahorcasen a la Pantoja y se prohibiese el flamenco, España seguiría siendo un país salvaje y grotesco, con cabras cayendo de campanarios, toros muertos a lanzadas, predisposición marránica flotando en el ambiente, amiguismo, hipocresía extrema en las relaciones sociales, preocupación desmedida por la apariencia y el qué dirán, etc. (todo esto está perfectamente caricaturizado en el "Lazarillo de Tormes").

Que Primo mandase repartir estopa por hablar catalán me parece fatal, y no sólo porque el catalán sea una lengua hispana, sino porque en catalán se han escrito y se han dicho cosas muy interesantes.

Respecto a los toros, la bula de San Pío V no se presta precisamente a la libre interpretación, diga el Cossío lo que diga, ya que la bula dice: "Prohibimos así mismo que los soldados y cualesquiera otras personas osen enfrentarse con toros u otras fieras en los citados espectáculos, sea a pie o a caballo"... o sea, que los sanfermines y Hermoso de Mendoza también entran en el lote.
La bula "De Salutis Gregi Dominici" prohibe el toreo a pie o a caballo y decir otra cosa es buscarle cinco patas al gato y hacer libre interpretación del Magisterio de la Iglesia, por lo cual en vez de Ulibarri, vamos a tener que comenzar a llamarte el LUTERO TORERO.

Por último, unas fotos de la fiesta del toro de la Vega, en Tordesillas (Valladolid), una fiesta sin duda incruenta, sana para el espíritu y nada esperpéntica:



Bueno Veleta, veo que eres muy susceptible y picajoso. No obstante, no me tomo a mal tu ironia cínica. Y digo bien, porque te supongo ilustrado e imagino que con la falacia (esto es, un error de razonamiento lógico independiente de la verdad de las premisas) taurino-luterana has querido crear una figura impactante y puede que hasta ingeniosa (te he leído mejores cosas), pero sabedor a la vez de la mendacidad del razonamiento por la total mentira de las premisas. No hay por ningún sitio libre examen. La excomunión de San Pío V fue suprimida por Gregorio XIII. Pero Sixto V, dirigiéndose al obispo de Salamanca, la había restablecido. El claustro salmantino se niega a obedecer y es Fray Luis de León quien redacta la protesta. Hasta que por fin Clemente VIII reconoce que las corridas son una escuela de valor, que pertenecen al patrimonio de España y levanta la excomunión. Entonces comenzó, para continuar hasta nuestros días, la comunión de Iglesia y Tauromaquia. Las grandes figuras se han confesado católicos y devotos y de la Iglesia Católica han surgido grandes aficionados entre clero y laicos.

Al resto de consideraciones no entro. Ni de la imputación ad hominen de que los de la Mesete pensamos o dejamos de pensar de los andaluces. Yo nunca diré nada malo de los andaluces, pero tampoco entraré en cainismos carroñeros. Como el flamenco no he tenido tiempo de comprenderlo, pues apenas lo he oído simplemente no juzgo. Solo intentaba señalar una cierta incoherencia en tu exposición, que me parecia que hacia un enaltecimiento selectivo de personajes y situaciones cuando previamente merecieron tu crítica. Pero como tampoco es el momento de entrar en el resto de consdiraciones autoflagelatorias contra España o el carácter español, que me parecen de un pesimismo existencial demasiado descarnado, centremonos en la cuestión.

El toro de lidia es una especia que vive por el arte de la lidia. Su mantenimiento representa una excepción, se podria decir que mundial, dentro del mercado de la carne vacuna. Pues su carne si ya de por si el altamente nutritiva y saludable por el hecho de criarse a la intemperie y alimentarse de pasto natural multiplica sus beneficios. Su se pierden las corridas (que ya he demostrado que de barbaro y animal no tienen nada, los datos están ahí sin refutar) se perdería el toro y se peredería una forma de vida natural, sana y hasta tradicional. Y se perdería un arte verdadero, popular y cargado de trascendencia.