Mi opinión es clara al respecto: me resultan vomitivas las corridas de toros. Me resulta incomprensible que exista gente capaz de disfrutar de semejante "espectáculo"...del mismo modo os digo que jamás, JAMÁS se me ocurriría prohibirlas. Estoy en mi derecho de que me repugnen, de no entenderlas, de no disfrutarlas...de no ir. Y otros españoles están en el suyo de disfrutarlas y de ir a ellas. Punto redondo.