Re: Alfonso Carlos de Borbón y Austria-Este

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Chanza
Estimado Rodrigo: Hablar de la sucesión legítima y de sus titulares requiere más precisión. Cuando no se conoce lo suficiente para hacerlo con esa precisión, es aconsejable no hablar, o hacerlo con más prudencia.
Ciertamente no tengo el conocimiento sobre este asunto que tiene usted, pero si hablo del tema es porque me interesa y preocupa. No pretendo ofender, pero me parece que se podría haber actuado mejor en la cuestión sucesoria, que es algo fundamental para un legitimismo o una monarquía hereditaria.

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Chanza
El primo y antecesor de Don Javier, el Rey Don Jaime, vio frustrados sus planes de matrimonio con Matilde de Baviera y los subsiguientes por la acción concertada de los gobiernos liberales de Madrid, del traidor Emperador Francisco José, de ciertos altos dignatarios eclesiásticos también liberales (como Merry del Val, tan injustamente alabado en medios tradicionalistas) y del gobierno británico. Aún así, cuando murió repentinamente en 1931 aún no había renunciado a la posibilidad de contraer matrimonio dinástico.
No niego que fuera así, pero creo que a lo largo de sus 61 años de vida tuvo tiempo de elegir a una buena candidata y tener descendencia regia. Al parecer, también se habló del matrimonio con alguna de las hijas de Alfonso XIII, uniendo así la dinastía carlista y la isabelina. Anteriormente Jaime Balmes ya había planteado lo mismo con el hipotético matrimonio entre Isabel II y Carlos VI, cuya frustración motivó la 2ª Guerra Carlista. No niego las buenas intenciones, sobre todo teniendo en cuenta que tanto en la época de D. Jaime como en la de D. Carlos VI aun había elementos monárquicos medianamente sanos en el campo liberal-monárquico, que podrían haberse reconducido al de la Tradición, cosa que hoy sería impensable. En cualquier caso, en el caso de D. Jaime, lo fundamental era tener descendencia, ya que era el único hijo varon de D. Carlos VII, y eso no sucedió.

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Chanza
Don Sixto Enrique es actualmente el Regente legítimo de las Españas, y el segundo en el orden de sucesión. Es decir: que si su sobrino Don Jaime de Borbón y Lippe-Biesterfeld no sucede, el propio Don Sixto Enrique se convertirá en Rey. Lo cual sin duda será una bendición para el Carlismo y para España. Para ser Rey no importa que esté casado o no; y como Rey, aunque no tuviere descendencia propia, puede dejar fuera de toda duda quién es su sucesor legítimo. Que no puede ser nadie de "dudosa integridad", naturalmente.
No tengo ningún problema en reconocer la legitimidad de D. Sixto como regente, aunque si se tarda mucho más en dilucidar su condición de rey legítimo es posible que no la llegue a ostentar jamás. Mientras tanto, otros sectores carlistas ya han coronado a Carlos Javier y no creo que su hermano Jaime se vaya a enfrentar a él en este asunto. Después de D. Sixto parece que el legitimismo se extingue, a no ser que Carlos Javier resulte ser tradicionalista, aunque usted de entrada ya descarta, sea por su matrimonio morganático o civil (que no niego que supongan un problema), la que yo creo que es la última esperanza para el legitimismo, pues sinceramente no creo que ni Jaime de Borbón-Parma ni Carlos Enrique de Lobkowicz vayan a reclamar derecho alguno sobre el trono de España.
Última edición por Rodrigo; 14/07/2013 a las 22:53
Militia est vita hominis super terram et sicut dies mercenarii dies ejus. (Job VII,1)
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