
Iniciado por
Martin Ant
Aquí se mezclan varias cosas que es conveniente distinguirlas adecuadamente.
Desconozco si el espíritu que anima las afirmaciones del forero Luis de Lucena es de carácter político moderno. De ser ése el caso, yo no las compartiría. Es importante recordar el barniz "tradicionalista" con el que los revolucionarios políticos han querido siempre disfrazar sus innovaciones rupturistas so capa de "reforma restauradora", para así engañar al pueblo español
En este sentido hay que señalar las dos corrientes "pseudo-restauracionistas" que se han repartido este trabajo de engaño: 1º La corriente revolucionaria centralista (propia del isabelismo-alfonsismo-franquismo), que se enfocaba principalmente en la "recuperación de la tradición de nuestras gloriosas Cortes de antaño", destruyendo al mismo tiempo todas las entidades y comunidades orgánicas que todavía, aunque heridas, quedaban vigentes en la todavía estructura fundamentalmente corporativa española en el primer tercio del XIX, destrucción que alcanzaba el paroxismo precisamente allí donde, providencialmente, se había conservado mejor y de manera más intacta dicha realidad política constitucional (Vascongandas y Navarra). 2º La corriente revolucionaria federalista, en parte como reacción a la anterior (propia de los dos periodos republicanos y resucitada en el régimen actual), que se enfocaba principalmente en la "recuperación de la tradición de nuestras gloriosas autonomías democráticas de antaño", y en cuyo origen podemos encontrar de la mano a los federalistas republicanos (Pi i Margall dio el pistoletazo de salida), los krausistas organicistas (con Joaquín Costa, entre otros) y los separatismos reclamadores de "Estatutos de Autonomía".
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