Y no sé muy bien por qué, pero resulta que hoy tengo el día coñon que me hace meterme con muchos. Y así atando cabos como quien no quiere la cosa, acabo por encontrar otro desatino, uno más de los muchísimos que pasan casi desapercibidos. Tengo en estima a Infovaticana, pero sinceramente cada vez me apetece menos leer ese portal. Ignoro la razón, pero quien tiene la labor de administrar los comentarios debe usar un colador para la leche, porque tela lo que se puede leer ahí. Pero no me quiero anticipar, me gusta que se digan las cosas por su nombre:

¡Hostia!….¡Paremos la blasfemia!

Por INFOVATICANA | 22 marzo, 2014

Blasfemia Se escucha por todas partes, por aquí y por allí, por aquel sitio y en todas partes……….el nombre de Dios tomado en vano de la forma más chabacana, vulgar y soez. No exagero, queridos lectores, hagan la prueba y, sencillamente, salgan a la calle, a un bar, a un cine, a una conferencia, a un parque,………..a un Templo………..y escucharán la expresión «Hostia» de quien más se lo esperan y a veces de quien menos de lo esperan (yo se la he escuchado incluso a algunos sacerdotes). Es el lenguaje blasfemo que está de modo: el diablo ha conseguido convertir en coloquial y cotidiano que se ensucie el nombre de Dios con esta expresión. La dicen los niños desde pequeñitos (porque la escuchan a sus padres), la siguen diciendo los adolescentes y jóvenes…..y poco a poco van aderezando la expresión con añadidos de corte sacrílego como «Me cago en…..», luego ya mayores los padres la repiten como parte natural del vocabulario. De ahí se extiende y populariza la expresión que se usa ante una sorpresa, ante un susto, ante una alegría, ante una noticia inesperada, ante un incidente casero o callejero…..etc y se dice muchas veces sin malicia alguna, sin deseo consciente de ofender a Dios (es un pecado contra el segundo mandamiento de la ley de Dios: «No tomarás el nombre de Dios en vano»), sin sentido racional de falta de educación…..pero está INCULCADO en el vocabulario de las sociedades materialistas. No exagero lo más mínimo: salgan a la calle (o a lo mejor en su mismo hogar) y escuchen que se repite ese vocablo casi como si fuera una expresión vital. El diablo lo ha conseguido: el lenguaje blasfemo está de moda, e incluso se ha introducido en la forma de hablar interna de espacios propios de la Iglesia, como en determinadas asociaciones, hermandades, grupos….etc; y esto ya es particularmente grave. Entonces…..¡Paremos la blasfemia!………..combatamos el lenguaje ofensivo al nombre de Dios. Y ¿cómo hacerlo? – Empezando por cada uno de nosotros. Si ya es una costumbre, hagamos frente a ella y que gradualmente se vaya reduciendo. Si no es costumbre aún, puede ser más sencillo eliminarla. – Llevemos a la confesión este pecado, y tengamos la humildad de reconocerlo como tal en el sacramento del perdón. – Eduquemos a los niños y jóvenes en el respeto a Jesucristo. Y no sólo con argumentos espirituales (los de mayor peso) sino incluso con pedagogía humanista: ¿a alguien le gustaría que por la calle se insultara al padre o la madre de uno?….pues Dios es más importante que todos los padres y madres juntos – Introduzcamos, o potenciemos, en la catequesis una llamada de atención sobre este aspecto – Manifestemos públicamente nuestro desagrado cuando escuchemos esta falta de respeto – Cada vez que escuchemos una blasfemia, recemos en nuestro interior una jaculatoria para desagraviar, como «Alabado sea Jesús Sacramentado» o similar Sobre todo: no aceptemos esta sucia realidad como algo normal y consumado. Cuando una casa grande está llena de inmundicia, no vale decir que es muy costoso que quede limpia del todo. Es mejor tener la valentía de empezar a limpiarla aunque el que inicie no la vea desinfectada ni al final de su propia vida. Nunca se llega a la meta si no se da el primer paso.


https://infovaticana.com/blogs/adela...-la-blasfemia/


Me parece muy requetebien que se haga así, que no se consienta en nuestra presencia y, por supuesto, que jamás usemos semejante palabra para referirnos a nada que no tenga relación con la Sagrada Eucaristía.

Pero también me tengo que preguntar por qué no cortan ya de raíz, tajantemente y de una vez, a efectos de ser coherentes, con las habituales blasfemias que un grupúsculos de trolls se dedica a tirar con toda la mala fe, o la peor de las leches, contra cualquiera de las noticias que se publican en el portal. Viene al caso por algo que nunca parece llegar a buen término, me refiero a las posibles apariciones marianas de El Escorial. Ahora, como se podrá leer más abajo, se ha dictado una sentencia que da la razón al Ayuntamiento de la localidad, ordenando el desmantelamiento de la capillita donde, por cierto, están enterrados los restos de la vidente (que yo sepa no es obra de fábrica, salvo la base sobre la que se asienta), algo también discutible por cuanto hay una ley específica sobre las inhumaciones. Lo cierto, es que este asunto viene de lejos, muy lejos, pues hace ya años el Ayuntamiento teniendo todo un proyecto urbanístico de cientos de viviendas, así como la construcción de un polideportivo, se vio obligado a tener que dejar aparcado aquél proyecto especulativo.

Infovaticana informa del asunto sin más, pero la parte polémica la encontramos en algunos comentarios, así como los enfrentamientos que se generan entre los comentaristas. El portal es católico, se podrá discrepar del tratamiento que dan a las noticias, se podrá estar en desacuerdo, pero lo que no se puede es tolerar que una banda de energúmenos ase dedique a insultarnos a todos los católicos sin que la administración del sitio tome las pertinentes medidas: se llaman tijeras y que rabien. El movimiento se demuestra andando, amigos.


https://infovaticana.com/2019/06/14/...e-prado-nuevo/