Re: Frase inquietante en el Motu Propio
El cura y el barbero: No pretendo hacerte la pelota, pero la verdad es que me agrada que haya foreros que sepan argumentar sus posiciones, y tú eres uno de ellos. La verdad es que empezaba a estar cansado de argumentos de autoridad y juridicismos, que es lo más que algunos llegan a hacer.
Confieso que no soy experto en estos temas, lo que no me impide atreverme a opinar según mi más leal saber y entender.
Sigo pensando que no hay cesión ante los protestantes. Que se hayan eliminado añadidos no quiere decir que se haya cedido ni que la intención sea la misma que la de los evangélicos.
Lutero, ciertamente, eliminó añadidos, pero con desconocimiento de las fuentes. Lutero leía los evangelios y a San Pablo e imitaba lo que ponía en dichos escritos, pero se quedaba corto por no saber de dónde proviene la misa. Así, por ejemplo, desconocía el seder pascual de los judíos, que era lo que Jesucristo estaba celebrando la noche de la Última Cena.
Ha sido necesario el trabajo de muchos profesionales durante muchos años para comprender las fuentes de este sacramento. Lutero, en el siglo XVI, no tenía acceso a esos estudios. Eliminó elementos a ciegas.
Ahora, sabemos mucho más que en aquellos tiempos. De ese saber nace la inquietud por mostrar cuál es el sentido primigenio y más auténtico de la misa. Estoy hablando del Misterio de Pascua de Jesús. Sí, eso que tan mal suena a varios foreros.
Lutero desconocía la potencia de la Pascua. De hecho, su "teologia crucis" se queda corta, casi no pasa de la Cruz. Deja la Resurrección muy en la sombra. La mejor respuesta a Lutero es, precisamente, recuperar el Misterio Pascual en la Eucaristía. Los añadidos no eran malos, pero ocultaban la mayor grandeza del sacramento. Se trata de realzar lo principal eliminando lo secundario. Porque esos elementos secundarios, siendo importantes, tapaban a lo principal.
Durante cuatro siglos fue necesario. Se habían perdido de vista las fuentes y era necesario, además, "blindarse" contra las herejías. Se trataba, al fin y al cabo, de un período muy crítico de la Cristiandad.
Pero la Cristiandad desapareció. Estamos en un contexto pagano. Y de un paganismo creciente. La misa de San Pío V ha sido un tesoro para la Iglesia, igual que el latín, pero no olvidemos, insisto, que la Cristiandad ya no existe. Si la Iglesia quiere ser misionera, tendrá que cambiar los medios para transmitir el mismo mensaje de siempre que, como entiendo que dices, va a más pero no a menos.
En este contexto, ¿qué será el ecumenismo? Pues, sinceramente, creo que es el intento de recuperar algo propio de la Cristiandad: la unanimidad de fe, pensamientos, tradiciones, sentires... No es un cambiar para contentar a otros, sino la recuperación de la unanimidad. Lo que pasa es que, para convencer a otros de la Verdad, hay que saber cómo dirigirse a ellos. En la situación social actual, en que la Iglesia no pincha ni corta ni en las legislaciones ni en las costumbres de la mayoría, se hace necesario que sepamos adaptarnos a la situación si de verdad queremos ser fieles a la misión que se nos ha encomendado por Jesucristo. No podemos contentarnos con nuestra salvacioncita personal.
En fin, he sido un poco desordenado en la exposición y no dispongo de más tiempo en este momento. Un saludo en Cristo.
Última edición por Cirujeda; 10/12/2007 a las 17:51
"La Verdad os hará libres"
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