Debe ser porque a los lectores de ABC y La Razón los tienen en el bote desde hace décadas.

Querrán los obispos ahora probar fortuna entre la progresía, a la que deben creer reconciliada con ellos tras la desvergüenza que perpetraron contra Franco en el Valle de los Caídos.

Desde luego, al menos sin esa fechoría, que ellos facilitaron encantados, no se habrían atrevido a entrometerse en las páginas de El País, eso es obvio.

La publicidad millonaria, obviamente es a cuenta de los incautos contribuyentes de la X.