Re: Los homosexuales en la antigua Grecia y los homosexuales del siglo XXI.
Creo que con esta encendida defensa del NS, nos estamos saliendo del tema. No comprendo como se puede ser católico y admirador del NS. Además, y lo siento, ser de la HSSPX no da una espcial cualidad a la hora de juzgar el holocausto. Se trata de una cuestión de opinión personal. He escuchado a Mons. Williamson en el vídeo y se le pueden hacer diversas objeciones. Por ejemplo, afirma que el gas cianuro es peligrosísimo, pues el propio gas permanecería en la ropa de los gaseados y mataría a quienes sacasen los cadáveres. Problema: los gaseados estaban desnudos. Sobre si las chimeneas eran altas o bajas, lo cierto es que eran altas. El humo de los gases se verían desde el aire por los aviones aliados, ¿y si los gaseamientos se hacían por la noche? Son cuestiones que no dicen nada, más aún, que no demuestran nada.
En cambio, la pregunta que en mi opinión si hay que hacerse es esta otra: si no fueron gaseados esos 6 millones, ¿dónde están, ellos y sus descendientes? La población de Israel en 2013 era de poco más de 8 millones no llegando a ocho millones cien mil. La tasa de fertilidad por mujer en edad de procrear está en 3'04 hijos y la tasa de crecimiento es del 1'9% anual.
Restando las tasas de mortalidad, de infertilidad, de morbilidad, etc., y considerando como perfectamente lógico que la mayor parte de esos judíos "supervivientes" del holocausto se hubiesen dirigido hacia Israel, ¿qué población habría hoy? ¿dónde están los descendientes de esa gente? A modo de ejemplo, mis padres vivieron aquella época. Eran dos y se casaron, nos tuvieron a cuatro hijos (así éramos 6), cada uno de nosotros cuatro nos casamos en su día y nos convertimos en 8 (con mis padres, 10) y al cabo de unos años, el número creció hasta 11 hijos, es decir, 21 personas vivas producto del matrimonio de mis padres. Ese es un crecimiento exponencial normal, así pues, repito, ¿dónde están los descendientes de esos 6 millones de supervivientes de los campos del supuestamente mal llamado holocausto? Quien miente es la gente, quien falsea, en un sentido y en otro, es la gente, pero la aritmética elemental no, basta con sumar y restar con los ojos abiertos. El nazismo fue una maldición satánica, y no por ser el espejo en el que no hay que mirarse, hay que hacerlo en el liberalismo o el marxismo, igual de satánicos que el otro.
www.youtube.com/watch?v=WBZsPHGbOBk
www.youtube.com/watch?v=mvq7E1ReLfM
Con todas estas cuestiones me acuerdo siempre de aquéllo que afirma que cuanto más conozco al hombre, más quiero a mi perro. Para dubitativos, ¿creéis que Jesucristo estaría conforme con el NS? Que nadie conteste con la opuesta, porque es evidente que no. La pregunta va dirigida a quienes creen que se puede ser católico y simpatizar con el NS.
Última edición por Valmadian; 20/10/2015 a las 18:42
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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