Re: Abortistas agredieron a providas que defendían la Catedral el día de odos los San
Son los tres ultras de siempre: "la caca, la mierda y la porquería". Todo ese marasmo sincretista de seres que no saben ni lo que en realidad quieren con sus propias vidas, que están en el mundo porque los parieron, respiran y comen, todos esos "putos", como dice el reportaje, todas esas "putas", añado yo, miembros "todos y todas" de la cultureta de la muerte, partidarios de asesinar en un genocidio imparable hasta ahora ¿serán partidarios del aborto retroactivo?. Y con esto no estoy proponiendo que se les liquide, sino que se les pregunte directa, abierta y públicamente esto: ¿Serías partidario de que tu madre te hubiese abortado?
Seguro que la canalla responderá con multitud de aullidos a la Luna.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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