Sería un gran paso, no solo para México, si no para toda la hispanidad, tanto americana como europea. No es posible que los países hispanoamericanos nieguen que España es la fuente de su identidad, y que desperdicien el hecho de que a travez de esta son herederos legitimos (y primogénitos) de Roma y toda la cultura occidental. El trauma histórico de los hispanoamericanos es ridículo, y una pérdida de tiempo y energías. En cuanto a los eurohispanos, sería en primer lugar un gesto de hermandad, y en segundo lugar, una lección de "memoria histórica", es decir, que la historia no se reescribe a base de borrar sus recuerdos materiales, si no que se afronta y se asimila.
Cortés es un ejemplo de heroismo, inteligencia ydeterminación, y los mexicanos deberían sentirse orgullosos de tenerlo como "padre".
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