Re: Fin de juego: lo que perdimos en la Segunda Guerra Mundial

Iniciado por
Rodrigo
Tampoco se habla de que los aliados también invadieron países neutrales, como Irán, y cuando se habla, por ejemplo, de Hiroshima y Nagasaki se dice que fue algo atroz, pero no se atribuyen responsabilidades a nadie. Nadie habla de Truman como genocida igual que Hitler o Stalin. Con todo esto da la impresión de que se narre la historia no de manera objetiva, sino como una prolongación de la propaganda de guerra, por muy atroces que fueran los crímenes nazis.
Una cosa que llama la atención, dadas las funestas consecuencias que tuvo para las monarquías europeas la victoria de los aliados y el liberalismo en la 1ª y 2ª GM, es que en ambas el pretendiente carlista apoyara expresamente al bando aliado.
Es que no se hace porque son precisamente parte del sistema, y en un ejercicio de total cinismo. Llevo muchos años esperando los "Nuevos Nüremberg", pero me da la sensación de que no los habrá hasta el Juicio Final.
Respecto a los apoyos de Los Abanderados carlistas, no sólo fueron ellos, también la masa social. Mi propio abuelo materno era abiertamente pro-aliado y todo su grupo de amistades del Círculo en San Sebastián también. En los jardines del Victoria Eugenia se montó un campamento de acogida de judíos provenientes desde Francia. Allí se les atendía y se les iba expidiendo vía Portugal la mayoría hacia América. Miembros de las SS solían pasear por allí, ya que pasaban desde Hendaya con la excusa de tomar un café o unas copas. Pero no podían hacer nada, mientras eran vigilados por requetés armados que protegían ese emplazamiento. El Carlismo ha sido contradictorio en ese sentido, de ello no hay duda. El mismo Tollers se declara en la "versión larga" como un "casi anti-nazi", al tiempo que afirma ser no sé si tradicionalista o carlista.
P.S. A veces me he preguntado si eran pro-aliados por llevar la contraria a Franco y a la Falange, que todo pudiera ser.
Última edición por Valmadian; 31/07/2012 a las 05:43
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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