A mí la palabra folclore no es que me agrade mucho. Me suena extraña. Como mucho para referirse a las folclóricas, ese esperpento que se mezcla con un patrioterismo absurdo y vergonzoso.

Creo que la palabra a usar sería música tradicional.

Entre muchos otros, hay dos estilos de música que me gustan por su arraigo. Uno fue la de la Nova Cançó, y otro el de las nuevas tendencias celtistas. Por mucho que la primera tuviera un fuerte componente izquierdista e independentista, y que en el segundo existan listillos y modernillos que se empeñan en introducir extraños nexos a través de la música étnica, como parte del movimiento multiculturalista.

Canciones como la Cançó de matinada o M'en vaig a peu. O grupos más nuevos como Luar na lubre.