Respuesta: Talan a hachazos un retoño del árbol de Guernica en Estella
Volviendo al comienzo del hilo de este tema, entiendo que es necesario decir que "el árbol" NO es el original. Al parecer han sido sucesivos ejemplares los que han venido plantándose desde hace siglos.
Don Vicente de Arana en la obra mencionada en mi anterior mensaje lo deja muy claro, y hay que recordar que fue editada en 1882:
"No precisamente á su sombra, pues el roble actual sólo tiene cien años, sino a la sombra de los robles que ántes que él han ocupado sucesivamente el mismo lugar".
(Nota de pie de página)
Y en una segunda nota afirma:
"El actual árbol de Guernica, que es un vástago del que existía desde fines del siglo XV y que cayó de vejez en 1811, fue plantado en 1781. El retoño que ha de reemplazarle se plantó hace diecisiete años".
"Prólogo" XII de Los Últimos Íberos. Leyendas de Euskaria.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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