Es muy triste ver que no haya católicos que defiendan su Iglesia en España. Espero equivocarme y pronto saber de acciones en defensa de la santa Iglesia, y si se llegase a repetir la desgracia de una nueva guerra como la de 1936, puede España y la causa cristiana contar (literalmente) con mi espada.
No comparto a aquellos que dicen que habría que quemarlas en la hoguera, me parece igual de repugnante la idea como la de aquellos que promueven el aborto, no debemos convertirnos en los monstruos que combatimos.

Saludos desde México.