En modo alguno se me ha pasado por la cabeza pensar que sea analfabeto, ni que haya intención rara alguna. Es cierto que en numerosas ocasiones hay quien confunde lo que se aporta como ajeno de aquello que es propio, lo que genera no pocos equívocos. Pero no en su caso, lo que sucede es que me sorprende semejante terminología, aunque supongo que es parte de una forma actual, no por ello mejor en modo alguno, de contracultura.

El sentido etimológico de algunos términos es evidente, otra cuestión es el uso que se les está dando degradándolos hasta hacerlos irreconocibles, tal como ya ha sucedido con algunos cultismos que hoy no significan lo mismo que en su origen.