Me da pereza entrar en un debate así, puesto que nada hay que debatir. En conversaciones sobre sentimientos y opiniones ("tendría que interiorizar mucho", "como creyente católico que me considero") prefiero no entrar. Ahora bien: confundir sentimientos y opiniones con doctrina (y asuntos como la pena de muerte sólo a la doctrina atañen) forma parte del mundo que la Revolución ha diseñado para nosotros, y contra el que --espero-- nos rebelamos. Respecto de la pena de muerte, lo que veo aquí escrito es (perdónenme Nova_Hespaña y Corocotta) pensamiento débil en versión light.
La doctrina de la Iglesia siempre (entiéndase bien, siempre) ha considerado legítima la pena de muerte. No sólo legítima, sino la única justa en ciertos casos (léase a Santo Tomás, por ejemplo).
Como, en fin, sospecho que no muchos se sentirán movidos a leer al Doctor Angélico, recomiendo como introducción leer "¿Reinsertamos al francotirador de Washington?", en http://carlismo.es/agenciafaro, sección Artículos.
Marcadores