El mono es seguramente el animal más ridículo de la Creación, una especie de caricatura humana; descender de él es la mayor burla que se puede hacer al hombre, creado por Dios nada menos que a su imagen y semejanza.
Por otra parte, no parece importar a los evolucionistas católicos imaginar que el cuerpo de Cristo y de su santísima madre... también vengan del mono. Por lo visto, para ellos, Dios en sus sapientísmos designios "ad eternum" no pudo imaginar medio más noble para la Encarnación de su Hijo....
Y es que, a fin de cuentas, el sentido común ve que nada hay más santo que la voluntad de Dios y que el simple polvo para la formación del hombre. Todo lo demás que se pueda imaginar para ese fin, el sentido común lo ve ridículo, aparte de contrario a las Escrituras.
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