Juan Manuel de Prada suele escribir artículos siempre enjundiosos, aunque quepa la discrepancia , bien en el tratamiento discursivo, bien en los contenidos, aunque respecto al que nos ocupa no sea así.
La pena es que en el mismo diario, se dé pábulo a personajes como un ateo confeso, Richard Fortey, un paleontólogo del Museo de Historia Natural de Londres y que, en la edición nacional de fecha de ayer en la sección de Ciencia y Futuro, haya soltado perlas como las que siguen:
"Un día no habrá hombres sobre la Tierra... y no será importante"
ABC.- Y la inteligencia, ¿es una respuesta a la necesidad de adaptarse al ambiente?
RF.- "En esencia, sí. Cuando un organismo logra vivir y reproducirse ya muestra algo que podemos calificar de inteligencia. Muy limitada, muy elemental, pero capaz de elegir y de ordenar, en definitiva..."
Respecto a la evolución...
ABC.- No parece un trabajo hecho desde el creacionismo, ni siquiera desde el diseño inteligente. Huele más bien a Darwin...
RF.- Desde el punto de vista de un científico es inevitable llegar a esa conclusión. Me ha costado unas cuantas cartas de creacionistas llamándome ateo y con amenazas veladas. Evolucionismo, creacionismo... no tiene el menor interés para un científico. Ni siquiera ese subterfugio del diseño inteligente se sostiene, las evoluciones fallidas lo desmienten.
ABC.- El hombre es el primer ser vivo con ua capacidad de influencia global y determinante sobre la vida ¿causaremos lo que ustedes llaman la sexta gran extinción?
RF.- "La bacteria verde-azulada fue el primer organismo con capacidad de fotosíntesis, provocó una transformación completa en la atmósfera, que se enriqueció en oxígeno, un veneno mortal para la mayoría de los seres vivos. Fue una extinción masiva. Sólo los que lograron adaptarse sobrevivieron. Tuvo una capacidad de influencia global y determinante..."
Este es un resumen de la entrevista realizada a un "inteligente". Porque analicemos el peso de su argumentación. "No habrá hombres sobre la Tierra y no será importante"
Evidentemente la extinción de nuestra especie es algo similar a que se extinga la mosca del vinagre o el cangrejo rojo americano, por poner dos ejemplos. Además, carece de importancia, hay que suponer que para los inertes objetos del Universo, o para las diferentes especies de vegetales y animales... pues ni fú, ni fá. Y digo esto porque hasta ahora no se ha demostrado la existencia de ser vivo alguno en otro mundo. Vamos que los pedruscos se quedarán tan anchos.
La inteligencia para este presunto científico de tres al cuarto, aunque trabaje en el Museo citado y tenga un título universitario en el bolsillo, consiste en una mera adaptación al medio. O sea que la inteligencia racional de los egipcios, por ejemplo, para levantar pirámides y mastabas era por adaptación a la vida en el Sáhara. O la decoración de la Capilla Sixtina lo fue porque Miguel Angel tenía que adaptarse a la jungla de la Roma renacentista.
Me pregunto porqué este tipo de personajillos no responden nunca a las preguntas de verdad tales como: ¿Qué es la vida? ¿Por qué se desarrolla la conciencia humana? ¿Para qué existe el Cosmos? o ¿Porqué vuelan las aves? Supongo que a esta última responderían con la habitual simpleza de que porque tienen huecos los huesos, pero la pregunta es otra : ¿por qué volar, qué necesidad hay de ello?
Son ejemplos nada más de una bateria de preguntas sin respuestas que los desbordan.
Para mayor redundancia, afirma que todo ser vivo tiene algo de inteligencia, ya sea ésta muy elemental y capacidad de elección. Vamos, voluntad en vez de puro instinto. Y esto es una afirmación científica, "manda güevos".
Pero, además, se autoatribuye la portavocía de "los científicos", para descalificar, no ya a ciertos sectores de creyentes, sino a los mismísimos científicos auténticos que sostienen la veracidad del Diseño Inteligente de los que se siguen son algunos ejemplos:
-William E. Carroll (fellow Tomás de Aquino de Teología y Ciencia) especialista en la Historia del Pensamiento y la Historia de la Ciencia.
-William Dembski, profesor de Matemáticas y Filosofía.
-Michael Heller, sacerdote católico, matemático y filósofo, premio Templeton de este año.
- J.C. Polkinghorne, físico-matemático y teólogo.
-Francisco José Soler Gil, físico y filósofo.
- William R. Stoeger, físico, filósofo y teólogo jesuíta del Vatican Observatory Research Group de la Universidad de Arizona.
- George Ellis, matemático y cosmólogo, profesor en Sudáfrica, en USA, compañero de Stephen Hawkings, premio Templeton 2004.
- Cosmólogos de la talla de John Barrow, Tipler o Roger Penrose, que han llegado a sostener la probabilidad de una creación sobrenatural. Penrose, que es algo así como el número uno de los cosmólogos actuales, por encima de Hawkings, hace el siguiente cálculo:
1) Probabilidad de inicio del Universo por azar:
1/10 elevado a potencia 1000 B (3/2)
Donde B es: presente número de bariones del Universo, más o menos 10 elevado a potencia 80.
2)Posibilidad de Creación divina:
1/10 elevado a potencia 10 (123)
Si alguien tiene ganas de hacer números que empiece.
Bueno, pues estos y otros que no voy a estar enumerando para no aburrir a nadie ni aburrirme yo mismo, son " ¡psché! , nada, sin importancia, para este personaje".
En cambio, el hombrecillo nos habla de las bacterias verde azuladas. Las cuales debieron llenar los mares y la atmósfera terrestre en un tiempo récord porque con su capacidad fotosintética, transformaron el aire convirtiéndolo en venenoso para la mayoría de las especies vivientes que no pudieron adaptarse.
Lo cierto es que hubo un proyecto de la NASA de enviar sondas a Venus cargadas con tanques de cultivos de estas pequeñas algas y soltarlas en aquélla atmósfera infernal con el objetivo de transformarla y, bajo la premisa de que los resultados positivos se esperaban en sólo ¡5 millones de años! Es decir, que si en la Tierra se dieron condiciones adversas en un pasado, por cierto no mencionando cuándo, porque ni lo saben sólo lo especulan, estas algas debieron tardar mucho tiempo en producir esa tranformación, ¿qué pasa, es que la teoría de Darwin no funcionó entonces con las adaptaciones de las demás especies vivientes, o es que esta pseudoteoría sólo es válida para el mundo actual? Por la boca muere el pez.
De un magnífico libro, del que más tarde daré su referencia completa, he entresacado las siguientes líneas, correspondientes a un par de "científicos naturalistas" y que a mí me recuerdan mucho esa imagen de "científico loco":
"Ahora retrocedemos en el tiempo hasta el momento de la creación, en el que no había tiempo, ni había espacio (...) En el comienzo no había nada. (...) Por azar hubo una fluctuación y un conjunto de puntos emergió de la nada (...) definiendo un tiempo(...) desde la nada absoluta, absolutamente sin intervención, llegó al ser una existencia rudimentaria (...) Pero la línea temporal colapsó, y el universo incipiente se evaporó, puesto que el tiempo sólo no es lo suficientemente rico para existir. En otro lugar emergieron tiempo y espacio, pero se desmoronaron de nuevo en su propio polvo, la mezcla de los opuestos, o simplemente la nada. Una y otra vez surgieron configuraciones. En cada ocasión la configuración constituía un tiempo (...) y, constituyéndose como tiempo, los puntos inducían su propia existencia (...) A veces el azar configuraba puntos en un espacio y un tiempo (...) Entonces, por azar, ocurrió nuestra fluctuación. Los puntos llegaron a existir configurando un tiempo, pero esta vez el tiempo iba acompañado en su configuración por tres dimensiones de espacio (...) con ellas se alcanzó la estabilidad, más tarde los elementos, y más tarde aún los elefantes."
Este conjunto de elevadísimos pensamientos, los ha parido él sólo un tipo llamado P.W. Atkins, y se encuentran contenidos en una de sus obras titulada Creation revisited entre las páginas 129, y 149-151.
Además, es autor de un libro de texto (¡¡¡) Physical Chemistry. Realmente peligroso el individuo y encima autor de un manual. Se ruega la máxima difusión de sus pensamientos por la Red, hay que entenderla como una buena vacuna.
Pero éste otro no le queda muy a la zaga:
Un tal John Gribbin afirma que el origen del universo a partir de la nada no plantea problema porque la energía positiva asociada con la masa es compensada exactamente con la energía negativa asociada con la gravitación, de modo que, en el caso del origen del universo, no obtenemos "algo por nada", sino "nada por nada".
O sea que no existimos, no existe él, ni la chorrada que acabo de recoger. No debería citar el texto en el que la suelta, porque creo que tampoco existe, pero se llama "In search of the Big Bang encontrándose en la página 374.
Comentar pormenorizadamente los sinsentidos de estos dos "pensantes" (no se sabe de qué), más los del paleontologuito, me podría llevar toda la noche, y ésta la hizo el Señor pensando en nuestro descanso.
El libro que comentaba, y que recomiendo encarecidamente porque su contenido no tiene precio, es:
DIOS y las cosmologías modernas
Francisco José Soler Gil (ed.)
Colección Filosofía y Ciencias nº 85 Estudios y Ensayos
Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid 2005
Y es que como católicos tenemos la importante tarea de hacer frente a la marea atea y materialista que invade e infecta el mundo en nuestro tiempo. Hay que recordar las sagradas palabras de Nuestro Señor: "Quién no está conmigo está contra Mí". O aquella otra promesa de que quien no se avergüence de su Nombre, Él no se avergonzará de éste ante El Padre.
De aquí, que el artículo de Juan Manuel de Prada, no sólo es valiente, sino que tiene una enorme importancia.
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