Pues yo, con todo lo que me disgusta de EE.UU., creo que, en la actualidad, estamos obligados a actuar conjuntamente contra el terror islamista.
Eso no significa renunciar a la lucha ideológica para convencer a muchas personas de aquello en lo que creemos.
Pero, de momento, sin EE.UU. no podemos enfrentarnos a enemigos que se encuentran en todas partes pero que tienen sus bases principales a miles de kilómetros de distancia. No podemos, sencillamente.
O somos realistas o nos ahogamos en nuestros buenos deseos irrealizables.
Porque el enemigo islamista existe y quiere acabar no sólo con los neocon, sino con todo lo que no sea musulmán.
Así que creo que la alianza temporal con aquellos que son tan objetivo del terrorismo como nosotros es inevitable.
Un saludo.
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