Como fumador de pipa, desde hace bastantes años, estoy totalmente en contra de la Ley Antitabaco. Es más, legislar sobre ello es la constatación del fracaso educativo de nuestra España. Conociendo el significado del respeto a los demás, no harían falta este tipo de leyes.
Por cierto, en los últimos años han llegado a nuestros estancos una gran cantidad de tabacos de pipa excelentes, que no maltratan, en absoluto, la lengua.
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