Re: La auténtica xenofobia
En resumen, que estos tíos no van a conquistar nada mientras quedemos unos cuantos que lo impidamos.
Que estos tíos no les van a tapar la cara a mis hijas, ni las van a encerrar en un harén con un bozal puesto, no mientras yo tenga un mínimo de fuerzas.
Pero ahora y por el momento ya tenemos a muchos dentro de nuestras fronteras, demasiados. Y son alimentados y apoyados por toda la progresía ultraizquierdista y separatistoide, al tiempo que los cobardes de los liberales miran para otro sitio. Tienen ayudas monetarias por individuo que llegan a doblar las prestaciones de los parados de larga duración y triplicar las pensiones asistenciales. Los servicios sociales les buscan viviendas baratas en las que poder meterse, y así lo hacen. En una vivienda construida para 4 ó 5 personas, se meten 20, siendo lo común que hagan de subarrendadores cobrando un precio a esos "excedentes". ¿Es que les falta de comer? ¡no, para nada!, es que procuran acumular todo el dinero posible para enviarlo a sus países de origen. Es decir, son divisas que salen de España para no volver, y que aquí no se revierten en casi nada. Los servicios médicos son gratuitos para ellos, piden autorizaciones para levantar sus mezquitas y allá donde no se les conceden, piden poder reunirse a rezar públicamente en plazas, calles y polideportivos, ¡hasta en un cuartel! En todo el territorio de Marruecos sólo hay ¡¡¡ una !!! iglesia.
Dice el refrán que "tanto va el cántaro a la fuente que se acaba por romper", pues no ha de pasar mucho más tiempo para que eso termine por suceder.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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