En resumen, que estos tíos no van a conquistar nada mientras quedemos unos cuantos que lo impidamos.

Que estos tíos no les van a tapar la cara a mis hijas, ni las van a encerrar en un harén con un bozal puesto, no mientras yo tenga un mínimo de fuerzas.

Pero ahora y por el momento ya tenemos a muchos dentro de nuestras fronteras, demasiados. Y son alimentados y apoyados por toda la progresía ultraizquierdista y separatistoide, al tiempo que los cobardes de los liberales miran para otro sitio. Tienen ayudas monetarias por individuo que llegan a doblar las prestaciones de los parados de larga duración y triplicar las pensiones asistenciales. Los servicios sociales les buscan viviendas baratas en las que poder meterse, y así lo hacen. En una vivienda construida para 4 ó 5 personas, se meten 20, siendo lo común que hagan de subarrendadores cobrando un precio a esos "excedentes". ¿Es que les falta de comer? ¡no, para nada!, es que procuran acumular todo el dinero posible para enviarlo a sus países de origen. Es decir, son divisas que salen de España para no volver, y que aquí no se revierten en casi nada. Los servicios médicos son gratuitos para ellos, piden autorizaciones para levantar sus mezquitas y allá donde no se les conceden, piden poder reunirse a rezar públicamente en plazas, calles y polideportivos, ¡hasta en un cuartel! En todo el territorio de Marruecos sólo hay ¡¡¡ una !!! iglesia.

Dice el refrán que "tanto va el cántaro a la fuente que se acaba por romper", pues no ha de pasar mucho más tiempo para que eso termine por suceder.