Re: Entrevista al filósofo Gustavo Bueno
Tal como comenté en la pequeña introducción que hice antes de pegar la entrevista, considero que toca demasiados temas. En realidad apenas si los menciona, pero pone ejemplos. Veo que ha llamado la atención su autodefinición como ateo católico, que intenta explicar de algún modo. Creo que habla en sentido aporístico, pues ambas ideas son contrapuestas ya que designan "Dios SI, Dios NO". En este caso, no veo que Gustavo Bueno se esté refiriendo al significado de universalidad que tiene el Catolicismo, sino a una dificultad lógica irresoluble. Sencillamente, no se puede ser una cosa y la opuesta al mismo tiempo. O es ateo, o es católico, como no puede ser blanco y negro a la par.
En realidad, creo que en muchas de sus respuestas se dan estas aparentes paradojas, sólo que no son tan llamativas. A mi lo que me llama más la atención es como conserva su capacidad intelectual a los 91 años. No sabemos como habrán sonado sus palabras, ni con qué celeridad habrá dado sus respuestas pero, desacuerdos o interpretaciones aparte, son muy claras y directas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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