Si bien prefiero guiarme por los preceptos de la correccion fraterna, puesto que nadie hara la cuota de "bien" que uno debe hacer, concuerdo con usted.
Lizcano, querido, creame cuando le digo que hace tiempo que nosotros venimos aplicando esto. Le digo esto, a riesgo de sonar soberbia y que usted lo "escupa" en mi cara.
En mis 23 años de vida he aprendido que el segundo mandamiento es el mas dificil de cumplir y el que mas felicidad da al hacerlo. No se que preferira usted, pero yo prefiero dejar el silencio para la ultima instancia. Y vale aclarar que si callamos, no es por amor propio, sino por que deseamos evitar un mal mayor. Puesto que todo lo que hacemos debemos hacerlo para la mayor gloria de Dios.
Saludos, gabriell-a
Marcadores