Tanto el keynesianismo como el neoliberalismo siguen formulando sus ideas de acuerdo con los paradigmas que se utilizaban en la escuela clásica liberal: teoría del equilibrio, ley de oferta y demanda, etc... La única diferencia es que lo que antes se explicaba únicamente a nivel microeconómico (o a nivel de empresas individuales), ahora el keynesianismo-neoliberalismo lo tratan de explicar también a nivel de toda la comunidad política (lo que llaman macroeconomía).Yo tenía entendido que bajo el nombre de 'neoliberalismo' también se engloban una serie de políticas económicas que solían defender los abanderados del viejo liberalismo clásico. Básicamente... la promoción de la iniciativa privada a todas las áreas de la economía y la limitación del papel del Estado en esos mismos ámbitos. Es decir, justamente lo contrario de lo que propugnaba y propugna todavía el keynesianismo.
Mientras el keynesianismo se centra en el papel del Gobierno para tratar de salir del lío que objetivamente produce el liberalismo clásico (centrado en la política fiscal sobre todo), el neoliberalismo trata de solucionarlo por medio de las macroempresas privadas (centrado sobre todo en lo que se llama política monetaria). Tanto el uno como el otro no solucionan nada porque mantienen los mismos postulados a nivel general o agregado que los que sostenía la economía liberal clásica, con la diferencia de tratar de poner parches correctivos a los desagradables efectos de aquélla. Los keynesianos tratan de crear empleo por el Gobierno, y los neoliberales con las multinacionales privadas. Los keynesianos tratan de suplir o subir el poder adquisitivo con medidas controladas directamente por el Gobierno por medio de la recaudación fiscal, mientras los neoliberales tratan de que esas mismas medidas sociales del Gobierno, una vez recaudadas, se dejen en cuanto a su aplicación en manos de las decisiones de los particulares, etc...
Ciertamente se trata de enfoques accidentalmente distintos a la hora de abordar los problemas que inherentemente produce el liberalismo económico clásico, pero en lo esencial o fundamental no tratan de abordar el problema principal financiero, pues tantos unos como otros consideran como dogma esencial la teoría cuantitativa del dinero, que considera la creación y cancelación del dinero como un proceso exógeno y ajeno al control de cualquier poder político con vistas a solucionar el problema de la deficiencia de poder adquisitivo o disparidad de costes e ingresos generales en la comunidad política.
Lo que se señala en ese párrafo es la descripción empírica de una correlación entre aumento de la oferta monetaria (es decir, aumento de la masa de dinero en circulación en un momento dado en la comunidad política) y subida general de precios en esa misma comunidad política. Pero que exista esa correlación no quiere decir que existe una situación de causa-efecto, como sostiene la teoría cuantitativa del dinero. La subida general de precios puede deberse a otro factor, y de hecho (como bien señala Douglas en su Teorema A + B) se debe a otro factor: la constante disparidad o brecha entre los costes financieros de la producción y los ingresos financieros distribuidos a la población durante el tiempo de esa misma producción."...de acuerdo con el teorema de Douglas A + B, los precios equivalen a A (ingresos) + B (costes indirectos). Si los costes indirectos están constantemente creciendo en relación a los ingresos, entonces para mantener o incrementar los ingresos, los precios deben subir. Más aún, puesto que la vasta mayoría de la producción se financia a través de de la emisión de nuevo crédito (es decir, a través de préstamos a los negocios), la capitalización de la industria se produce con un incremento en la oferta monetaria. En otras palabras, el hecho de que los costes indirectos estén incrementándose en relación a los ingresos, hace crecer los precios y la oferta monetaria". Es decir, intento traducírmelo... que si los costes que afectan al proceso productivo en general, y no solamente a los que afectan a uno o dos productos... están constantemente creciendo en relación a los ingresos, para mantener éstos últimos, los precios deberían subir, al menos, en la misma proporción. ¿Es eso lo que debo entender...?. Y lo mismo ocurriría con las nuevas emisiones de crédito.
Es increible que a día de hoy todavía se siga manteniendo (y no solo por los economistas ortodoxos keynesianos y neoliberales, sino también ¡Ay! por tradicionalistas, como pude leer en el librito Solución Social de Gustave Thibon-Henri de Lovinfosse) una de las mayores falacias o "dogmas" indiscutibles de la economía ortodoxa y que ya refutó por activa y por pasiva Douglas: me refiero a la Ley de Say, que pregona que siempre toda oferta productiva genera su propia demanda. Parece mentira que todavía se pueda seguir manteniendo esto.
Ya lo expliqué antes. No sólo se generan mayores costes financieros indirectos a las empresas-familias con las políticas keynesianas sino también con las neoliberales. De hecho, toda política meramente redistribuidora del dinero existente en la comunidad política en un periodo de tiempo determinado (ya sea por medio keynesianos o medios neoliberales), no sólo no soluciona para nada la brecha existente entre costes generales de la producción y poder de compra de la población, sino que además aumentan los costes financieros generales, pues las familias-empresas gravadas por todas estas políticas redistribuidoras, para poder mantener su capital o el mismo poder adquisitivo, siempre van a repercutirlas a la población en los precios de sus negocios.Pues bien, pareciendo totalmente obvias estas conclusiones, lo que no tengo nada claro es la veracidad de algunas de las premisas sobre las que se basa, concretamente tengo dudas con respecto a la premisa incial de que determinadas políticas económicas, como por ejemplo las keynesianas, hagan crecer los costes indirectos. Y si así fuera... quedaría compensado con los beneficios que a nivel social procurarían. Y lo que creo que no evalúan convenientemente todas estas teorías es que toda decisión económica acaba necesariamente teniendo consecuencias morales, como muy bien decía el Papa Benedicto XVI en su encíclica "Caritas in Veritate". Es decir, que lo primero no habría de ser la economía... Ver las cosas deste único prisma materialista, además de ser nocivo para la moral de la sociedad en su conjunto ("costes sociales indirectos"?) generan situaciones de crisis que, finalmente, acaban hundiendo el entramado social sobre el que se asienta esa misma economía que tanto se pretendió "salvar" con la aplicación de políticas materialistas equivocadas. Porque... mucho peor que cualquier política materialista es aquella que, además de mala por ser materialistas, está equivocada.
Todos los economistas ortodoxos (keynesianos o neoliberales, me es indiferente) siempre tienen una mentalidad tecnocrática a la hora de aplicar sus medidas sin tener en cuenta nunca los efectos colaterales que puedan producir. Siempre dicen que en la teoría consideran todos los demás elementos como si no variaran (el famoso caeteris paribus); pero en la práctica, en la realidad, eso no ocurre así.
Gustave Thibon gustaba de decir la anécdota de cuando caminaba con su abuelo por el bosque y vieron 4 pájaros en una rama de un árbol. El abuelo le preguntaba que si disparara a uno de los pájaros, cuántos quedarían. Y el nieto intuitivamente respondió que 3. Y el abuelo le respondió: "¡Estúpido! ¡Ninguno, porque al oir el disparo se han ido volando! Es la diferencia de ver las cosas con mentalidad tecnocrática-racionalista (como hacen los economistas ortodoxos) o de verlas con mentalidad realista (como hizo Douglas en su análisis).
En cuanto a lo de que el análisis económico de Douglas es una visión materialista, ya señalé en su momento que no tiene nada de contrario a la Doctrina Social de la Iglesia. Es cierto que Douglas no era católico, pero ¿y qué? ¿Acaso Charles Maurras por ejemplo no era ateo y sin embargo se pueden aprovechar algunas cosas de su análisis político? Además, el propio Douglas siempre subordinaba su análisis económico a su análisis político (subordinaba la Economía a la Política).
Marcadores