Lo cierto es que, en honor a la verdad, en mi último mensaje no pretendía hablar del llamado "coste de oportunidad", sino que trataba de hacer más claro lo dicho en todos los anteriores mensajes. Voy a poner un ejemplo, a ver si así me explico mejor: Si la cifra total de costes financieros en una comunidad asciende a, por ejemplo, 10 reales, y al mismo tiempo la población de esa comunidad sólo tiene 2 reales de poder adquisitivo, entonces no podrá sufragar o liquidar con esos 2 reales los 10 reales de costes.
Ahora bien, si la autoridad política de la comunidad obtiene, por ejemplo, 8 reales endeudándose y los aplica a una reducción de los costes hasta dejarlos en 2 reales, entonces esto no se puede calificar, realmente, de un aumento de poder adquisitivo, pues al mismo tiempo se ha creado, paralelamente, otro coste de 8 reales y de esta forma la comunidad seguiría teniendo una deficiencia de poder adquisitivo equivalente a 8 reales.
Por lo tanto, la conclusión es que para que realmente haya un aumento del poder adquisitivo debe tomarse una medida técnica que al mismo tiempo que aumenta el poder adquisitivo, no produzca paralelamente un nuevo coste que neutralice aquel aumento del poder adquisitivo. Ésa es la idea. De lo que se trata es de que la población sea capaz, financieramente hablando, de poder adquirir todo aquello que puede producir (dicho con otras palabras, que no haya "sobreproducción" por falta de poder adquisitivo, es decir, por causas puramente financieras, es decir, por causas puramente artificiales, es decir, por causas perfectamente salvables).
C. H. Douglas, en su experiencia como contable (y analizando también la contabilidad de una muestra representativa de empresas) se dio cuenta de que todas la empresas generaban costes a un ritmo mayor del que generaban ingresos para la población y eso producía una escasez crónica de poder de compra, de manera tal que por un lado se amontanaban bienes que no podían venderse (lo que hipócritamente denominaban los economistas ortodoxos "sobreproducción") y, por el otro, había una población incapaz de adquirirlos por falta de suficiente poder adquisitivo. Por esa razón abogaba por medidas técnicas que aumentaran el poder adquisitivo de la población, pero sin que al mismo tiempo se generaran nuevos costes, pues en ese caso esa medida no serviría para conseguir el fin pretendido de aumentar el poder adquisitivo. Keynes fue bastante crítico con Douglas en este aspecto, sobre todo contra su teorema A + B, que servía para explicar mejor el origen de esa escasez crónica de poder adquisitivo en los paises occidentales. Pero era Keynes el que realmente marraba en sus críticas (incluso contradiciéndose él mismo). Sobre esto, próximamente, voy a dar unas explicaciones bien completas en otro hilo.
Respecto a lo de la palabra "destrucción" para referirse a la devolución de préstamos, es cierto que es metafórica, pero no para oscurecer el sentido sino para aclararlo mejor. Lo que se quiere dar a entender es que cuando se devuelve el préstamo, el banco en sus cuentas cancela el montante de dicho préstamo, es decir, ese dinero desaparece, no pasa a ninguna otra partida en el balance del banco. Eso es lo que quieren decir también los autores del artículo de la publicación oficial del Banco de Inglaterra: ese dinero desaparece, se aniquila, pasa a la nada. Lo único que quedan son los intereses, que éstos, como beneficios, pasan a la partida de reservas o a la de provisiones (de cualquier tipo: depreciación inmovilizado material, efectos comerciales de dudoso cobro, etc...), pero el principal del préstamo se cancela, desaparece.
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