Estimado Cristian:
Nada que añadirle.
Lo tragicómico de nuestros procesos revolucionarios se podría resumir como lo siguiente, tres bandas, revolución local, revolución francesa (De Napoleón a Luis Felipe) y maquiavelismo británico vengativo tras las derrotas de Cartagena de Indias, Puerto Rico, Luisiana y Buenos Aires. La presencia peninsular e isleña en los "realistas" apenas araña el 10% siendo muy generosos. Los revolucionarios de entrambas orillas aprovechan los febriles momentos, no olvidemos a Picornell, republicano masón peninsular pululando por toda América, o al terrible Campo Elías, diciendo estar dispuesto a degollarse con tal de exterminar la raza española. Cuando parece que la balanza está de la "reconquista", viene el Trienio Liberal, que va a provocar un unánime rechazo en los españoles ultramarinos, tanto como la provocó el ser tildados de "colonias" o el "provincialismo" al que le obligaban las farsantes Cortes de Cádiz, hechas en base a golpismo chillón traidor de un pueblo que se desangraba por la Religión, el Rey y la Patria. Eso que decimos, llega el Trienio Liberal, el revolucionario Morillo obligando a jurar la constitución. Cuán grande fue la desgracia para los muchísimos americanos leales a España, que dicen "Si la corona que defiendo me está hablando de soberanía nacional y todas esas cosas, para qué...". Caso del caudillo indio Juan de los Reyes Vargas, que sin ser un "doctrinario" ilustra bastante al respecto. Ahora Morillo se dedica a hacerle la puñeta a los llaneros que tenían en jaque a Bolívar, Arismendi, Ribas y compañía. Ahora, los neogranadinos que detestaban a Nariño, quien había sido encausado por la Corona no ni tan siquiera por su difusión de los "derechos del hombre", sino por ladrón de unas instituciones de la que se benefició él y toda su casta, se quedan perplejos. Es el momento ideal de los revolucionarios americanos para, moldeando su discurso, triunfar. Por otra parte, los revolucionarios de la península van a hacer lo mismo. ¿Nos creemos que Espartero o Maroto eran unos ingenuos en la tremenda derrota de Ayacucho? Si vemos cómo actúan en la Vieja España veremos que no. Luego Riego, traicionando a la expedición ultramarina para imponer su tiranía revolucionaria contra el pueblo español, y exaltado acá como un prócer.
Si analizamos los sucesos son tan terribles como esperpénticos. Wellington hablando de ayudar a España mientras le mandaba oficiales a Bolívar, después de que Fernando VII manchara el Toisón de Oro con tal reputado masón y hereje. La misma Inglaterra que se disponía a luchar contra la España de Carlos V y el Portugal de Miguel I. La misma Inglaterra que años después, hará la vida imposible a todos aquellos caudillos que, con mejores o peores maneras, quisieron un gobierno de orden, desde Juan Manuel de Rosas a Francisco Solano López. La jugada fue completa, sin duda, y determinadas élites criollas actuaron como determinadas élites de acá: Sólo preocupándose del poder absoluto, firmando contratos económicos totalmente colonialistas para el beneficio anglo-protestante y franco-revolucionario, despreciando a un pueblo que siempre le inspiró asco, motejado de "canalla y bandidaje" cuando éste no le servía como herramienta esclava; y que lleva 2 siglos sin contar para nada. Nos separamos en los mismos errores y para seguir profundizando en ellos.
Boves, en cierto modo, es la terrible alerta, el retrato cruel y alocado de que no nos entendemos ni a nosotros mismos. No sólo Uslar Pietri se preguntaba ¿qué somos?; eso es un debate extraído del complejo de inferioridad español, que hasta financiamos, y así seguimos, enlodados en el mismo barro.
No obstante dijo Rubén Darío que aún quedaban sueltos muchos cachorros del León Español....Tengamos esperanza.
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