su llegada a los Llanos, Bobes hace una llamada en nombre de España y a su alrededor se congrega una multitud, reorganizando "su" ejército de Barlovento con el beneplácito de España. Su primera muestra de ingenio militar es no conducir a sus hombres a liberar a Cagigal en Puerto cabello, maniobra esperada por los generales del Libertador, sino presentar batalla a los sucesivos ejércitos que le va enviando Bolívar, derrotándolos uno tras otro y exterminándolos mediante persecución implacable.
n este momento y quizás atraídos por las sucesivas victorias, Bobes cuenta con 20.000 hombres, entre columna regular y partidas guerrilleras. Imaginemos los problemas logísticos y tácticos y podremos maravillarnos al ser resueltos correctamente uno y otros. Su comunicación con sus mandos en la Península es asimismo directa, a través de Capitanías de Cuba y Puerto Rico. Por parte de Cagigal y del arzobispo llegan al gobierno de la Península quejas contra Bobes, en las que se le confiere el apelativo de "Atila" o "Azote de Venezuela", pero el Ministerio Universal de Indias sólo puede poner al otro lado de la balanza de estas acusaciones el hecho real de la recuperación de una Venezuela que ya se había perdido.
l plan de Bobes se va cumpliendo con una exactitud milimétrica, debido a su minuciosidad: Caracas se entrega después de la batalla de Puerta, caen Valencia y Barcelona, se levanta el sitio de Puerto Cabello, abandonando los sitiadores un gran botín. En la Cabrera, Pao y Cumaná no quedará nadie después de entrar Bobes; sólo falta Maturín y allí se dirigen los flecos restantes de lo que fue hace bien poco el ejército de Bolívar y allí se presenta Bobes para aniquilarlos.
ara ser conscientes de la organización del ejército de nuestro protagonista podríamos ofrecer unos datos referentes a abril de 1814: 4.000 hombres componen la guarnición de Valencia; 1.000 apoyan a los anteriores de Maracay; 2.000 protegen Barcelona; 3.000 se distribuyen en forma de anillo en los alrededores de Valencia; 1.000 estacionados en Barquisimeto; 8.000 componen la reserva de San Fernando de Apure; 2.000 la de Barinas y además su columna personal ... había comenzado con 800 hombres.
ntre los datos existentes en los archivos, permítasenos extraer una pequeña parte, solamente de aquellos que fueron firmados por el ministro Bobes y que reflejan una visión limitada de la campaña: Dirigida al Excmo. Sr. Ministro Universal de Indias, ""... del 14 al 20 de este mes he tomado al enemigo en diversos combates 4.000 fusiles, 200.000 cartuchos, 30 cañones de diversos calibres, 3 lanchas cañoneras, 5 coroneles y 150 oficiales, todos los cuales han sido pasados por las armas. Nuestros, 4.000 muertos y 500 heridos; del enemigo 6.700 muertos ..."".
omo puede apreciarse y desprenderse de los datos anteriores, aparece claro el hecho de lo cruento de una guerra que más que de independencia consideramos Civil. La provincia de Caracas, según datos aparecidos en La Gaceta, contaba en el año 1809 con 421.000 habitantes; de acuerdo con los padrones eclesiásticos, en los terremotos perecieron 13.000 y en la guerra 228.000. Podríamos, para hacernos una idea más clara, comparar estas cifras con las de nuestra Guerra Civil y llegaríamos a comprender la magnitud que alcanzó la guerra de Venezuela.
epuesto Cagigal por Bobes, al mando de la Capitanía General, aquél otorga la estructura de Tropa Regular a las fuerzas que componen el ejército de Barlovento. El Ministro Universal de Indias, en nombre del Rey, eleva a Bobes al empleo de coronel. Bobes da su última batalla victoriosa para las Tropas Reales, pero como no podía ser menos, resulta herido de muerte en Urica.
u nombramiento a coronel, que llegaba en una expedición desde la Península, no pudo alcanzarle con vida; los honores llegaban tarde pero ya había conseguido la gloria.

NOTA: José Antonio Fernández-Acero, autor de este artículo, es presidente de la Asociación de Oficiales y Suboficiales de Complemento de Infantería de Marina.