Re: Respuesta: Monumento a Hernán Cortés en México
Iniciado por
Zunzu
el mayor contrasentido de la historia de México es mentarle la madre al español al español. En el resto del mundo los puueblos se identifican con su lengua; pero en México somos capaces de hablar el español sin aceptar que somos hispanos, todo porque se sigue educando el "trauma de la conquista". SI HAY UN MONUMENTO A HERNÁN CORTÉS..., SE LLAMA MÉXICO.
Nada, nada, pueden hacer varias cosas:
1) Que se deje de enseñar el español en las escuelas y universidades.
2) Que dejen de llamarse "hispanos", pero también al Norte del Río Grande.
3) Respecto al "trauma de la conquista", sólo será traumático para los conquistados y sus descendientes, no para los conquistadores y los suyos respectivos, por otra parte, se detecta un profundo complejo de inferioridad en sus palabras, se podría deducir que usted reniega de su país pero, en tal caso, es un problema personal y particular de usted.
4) Se equivoca usted de medio a medio: México no es un monumento a Cortés, México es un monumento a la incongruencia: una pasado Tradicional español sobre el que se montó una rebelión explotadora hasta llegar a una revolución antiespañola. Representa, justo, justo, lo que nunca debería haber sido.
Pero es igual, como español considero que es preferible que, en efecto, no se levante un monumento a Cortés en un país en el que se está insultando constantemente su memoria. Propongo que ese mismo monumento sea levantado en Madrid.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores